La Escuela Técnica Henry Ford celebra 60 años de formación
Un 6 de abril de 1965, la Escuela Técnica Henry Ford abrió sus puertas en la planta de Pacheco, Tigre. Desde el primer día, su misión fue formar técnicos que apoyen el crecimiento industrial del país. Ahora, seis décadas después, la escuela celebró su aniversario con un evento que convocó a estudiantes, docentes, graduados, autoridades de Ford y prensa. Fue un hermoso homenaje al impacto que la institución ha tenido en la educación y en la comunidad.
El evento estuvo conducido por el periodista Nicolás Magaldi, quien compartió relatos de estudiantes. Ellos contaron cómo la enseñanza, la formación y la cercanía con proyectos reales han guiado su trayectoria. Además, los asistentes realizaron un recorrido por las instalaciones, donde descubrieron increíbles proyectos de robótica, electrotecnia y diseño con impresoras 3D, entre otros.
Desde 1983, la escuela también ha mostrado su compromiso con la comunidad. Por las noches, cede sus instalaciones al CENS 451 de Tigre, donde adultos pueden completar sus estudios secundarios de manera gratuita. En la actualidad, son unas 30 personas las que asisten, lo que amplía el impacto social más allá del ámbito industrial.
Durante el evento, la importancia de la educación en el desarrollo fue subrayada por Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina y Sudamérica. “Debemos exigirnos tener la mejor escuela técnica del país. Ustedes, estudiantes y familias, también deben demandarlo”, expresó. Este impulso pauta el camino de los próximos 60 años.
Infraestructura renovada: un salto hacia la educación del futuro
Los años 2024 y 2025 traerán grandes cambios en la escuela. En 2024 se realizarán mejoras fundamentales en vestuarios, oficinas y áreas comunes. Se sustituirán ventanas y se modernizarán las salas de herramientas con nuevos robots y sistemas de calefacción y ventilación.
En 2025, el objetivo es renovar aulas y espacios comunes, con mobiliario moderno, nueva iluminación y suelos. La institución se equipará con tecnología de última generación: diez impresoras 3D, robots industriales y más. Esto respalda un modelo educativo que mezcla práctica profesional, innovación y aprendizaje aplicado.
Un legado vivo en cada trayectoria
La Escuela Técnica Henry Ford ha formado numerosas generaciones que hoy ocupan roles relevantes, no solo en Argentina, sino en el mundo. Un ejemplo es Silvio Illi, graduado y actual presidente de Auto Alliance Thailand.
“En la escuela no solo obtuve formación técnica, sino también una visión del futuro responsable. Los docentes me brindaron herramientas que guiaron mi carrera. Celebrar 60 años es celebrar a quienes transforman vocación en futuro”, reflexionó.
Este testimonio refleja el espíritu de la institución: formar profesionales capaces de liderar y proyectar el talento argentino más allá de nuestras fronteras.
Educación técnica para una nueva era
A medida que la tecnología y la industria automotriz evolucionan rápidamente, la Escuela Técnica Henry Ford reafirma su papel fundamental: educar para el presente mirando hacia el futuro. La combinación de formación técnica, innovación y vínculos directos con la industria coloca a la institución como un actor clave para el desarrollo de capacidades en el país.
El aniversario no solo recuerda los 60 años de historia, sino que proyecta un compromiso renovado. La ETHF seguirá apostando por un modelo que prioriza la excelencia y la inclusión, siempre en busca de crear oportunidades para las nuevas generaciones.
“Celebrar estos 60 años es honrar lo que hemos construido y asumir el desafío de seguir elevando el estándar”, concluyó Martín Galdeano. La educación, sin duda, es el camino para transformar el futuro.
Un sector que avanza
Al finalizar el acto y la recorrida, Galdeano destacó la vocación y formación de los alumnos, un valor excepcional en el contexto industrial actual. Comentó que hasta ejecutivos internacionales han quedado impresionados por cómo estos chicos, tan jóvenes, manejan conocimientos a un nivel sorprendente.
Él subrayó que “la competitividad empieza por casa”. Antes de hacer demandas externas, la industria debe garantizar procesos y tecnologías propias. Luego vendrán los temas impositivos y las integraciones a nivel global. En este sentido, el acuerdo comercial con EE. UU. es visto como positivo, abriendo nuevos mercados y alineando reglas de juego.
“Una pick-up nacional enfrenta entre 12 y 15 puntos de impuestos para exportar. Si el país no mejora estas condiciones, la producción local se volverá inviable”, advirtió.
Por lo tanto, acuerdos que incluyan no solo automóviles, sino también maquinaria y agro podrían potenciar sectores en los que Argentina es competitiva, permitiendo obtener beneficios reales.