La economía alcanzó un superávit de $600.000 millones en noviembre
En noviembre de 2025, el Sector Público Nacional (SPN) presentó cifras que marcan un camino interesante en la economía. Se reportó un superávit primario de $2,1 billones y un superávit financiero de casi $600.000 millones, según lo anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo. Estas novedades llegan en un contexto en el que muchos argentinos están atentos a los movimientos económicos del país.
Este superávit es significativo. Al observar los primeros once meses del año, estos números representan aproximadamente un 1,7% del Producto Bruto Interno (PBI), y el superávit financiero se acerca al 0,6% del PBI. Esto resalta un esfuerzo en ordenar las cuentas públicas, algo que muchos esperan ver reflejado en sus vidas cotidianas.
Gasto e ingresos
En noviembre, el gasto primario del gobierno se redujo un 14,2% en términos reales en comparación al mismo mes del año anterior. En cuanto a las partidas principales: las jubilaciones y pensiones contributivas vieron un crecimiento interanual del 5,5%, mientras que la Asignación Universal para Protección Social tuvo un aumento del 7,4%.
Desde el ángulo de los ingresos, esta disminución también se compara con un contexto elevado en términos históricos, donde el año anterior se habían registrado ingresos extraordinarios. Factores como la moratoria vigente en aquel momento o el traslado de fechas para el pago de algunos impuestos tuvieron su efecto. Además, se eliminaron o redujeron ciertos impuestos, lo que además impacta en las arcas públicas.
Comparativas y contexto
Mirando hacia atrás, los resultados financieros de noviembre contrastan con el mismo mes de 2023, donde se había registrado un déficit de $754.956 millones. Esto se traduce en aproximadamente $2,65 billones ajustados por inflación, lo que hace que el cambio en la situación sea aún más notable.
El ministro Caputo hace hincapié en que el ancla fiscal es un componente clave de la estrategia económica. La estabilidad macroeconómica ayuda a proteger a los argentinos de los efectos de la volatilidad política. Esta estabilidad se vio reflejada en un crecimiento del 1,4% en el Estimador Mensual de Actividad Económica entre julio y septiembre, lo que genera optimismo sobre la recuperación y el crecimiento a largo plazo.