La CGT toma una postura firme contra la reforma laboral del Gobierno

La difusión del plan de “Modernización Laboral”, elaborado por el ministro Federico Sturzenegger, ha generado una importante respuesta por parte de la CGT. Esta última afirmó que el documento no eliminó los artículos que podían perjudicar las estructuras sindicales. De hecho, el borrador mantuvo los puntos que ya habían causado preocupación en semanas anteriores.

Cristian Jerónimo, un referente del grupo, expresó en una reciente entrevista radial: “Rechazamos la reforma laboral porque no tiene como objetivo integrar nuevos trabajadores al sector formal. Solo busca reducir derechos, tanto colectivos como individuales.” Esto deja claro que para la CGT, la cuestión va más allá de la legislación laboral: el problema principal es la situación económica del país. Jerónimo destacó: “Lo que no funciona es la economía; están buscando excusas a simple vista“.

En cuanto a los derechos de los trabajadores, Jerónimo resaltó que la indemnización no debería ser vista como un premio, sino como el reconocimiento al esfuerzo de los trabajadores en la producción de las empresas. Subrayó que el verdadero problema no está en el ámbito laboral, sino en la economía en general.

Los puntos críticos para la CGT: ultraactividad, convenios y financiamiento sindical

La CGT ha puesto el foco en algunas áreas que le preocupan con respecto a la reforma. Por ejemplo, quieren proteger la ultraactividad de los convenios colectivos y evitar que el Gobierno limite su alcance nacional o ataque la cuota solidaria, un aporte esencial para financiar la actividad gremial. Esto, según ellos, afectaría la capacidad de negociación de los sindicatos y los debilitaría.

Además, hay temor ante el creciente margen político del Gobierno tras la última renovación parlamentaria. Están dispuestos a negociar con sectores más dialoguistas para aprobar la reforma, lo que la CGT considera un desafío importante para su lucha. Han reconocido que el proyecto que se está discutiendo es “terrible” y que la discusión legislativa será complicada.

El mensaje político detrás del conflicto interno del Consejo de Mayo

La reciente ausencia de la CGT en el Consejo de Mayo fue vista como una forma de protesta. Desde su sede, comunicaron que no apoyan el documento final del Consejo, argumentando que su falta de firma deja un claro mensaje de rechazo.

Jerónimo explicó que el Consejo de Mayo recibió propuestas de distintos sectores, pero no lograron llegar a un acuerdo. Aseguró que el Gobierno no ha abierto canales formales de diálogo: “No hay contacto con nadie en Casa Rosada. Hay charlas, pero no sobre la reforma“.

La mirada gremial sobre derechos laborales en riesgo

El cosecretario general de la CGT echó luz sobre el hecho de que la reforma podría afectar derechos laborales ya consolidados. Dijo: “Estamos en desacuerdo con todo lo que sea regresivo y que no aporte nuevos derechos“. A su vez, cuestionó cualquier intento de imponer unilateralmente cómo los trabajadores deben tomar vacaciones, dado que en la práctica, en Argentina, muy pocos logran disfrutar de los 30 días que les corresponden.

Plan de acción y advertencia de la CGT

La central sindical se reunirá en breve para definir su estrategia. Jerónimo mencionó que la CGT convocó a su consejo directivo y se tomarán decisiones clave para desarrollar un plan de acción contra la reforma, asegurando que se busca fortalecer la representatividad del movimiento sindical en el país.

No descartan ninguna medida y están preparados para actuar: “Si todo se resolviera con un paro, ya habríamos hecho todos los necesarios, pero no es así“.

El Gobierno busca evitar un choque abierto con la central obrera

A medida que aumentaba la tensión, surgió una discusión interna dentro del Gobierno. Finalmente, decidieron retirar de la reforma el controvertido punto sobre la cuota solidaria. Una fuente del oficialismo mencionó que el propósito de la reforma es generar empleo, y lo que no aporte a ese objetivo quedará para futuras discusiones.

En el Gobierno, algunos sectores moderados han instado a buscar un enfoque menos confrontativo con la CGT, con el objetivo de ganar tiempo antes de que el Congreso debata la reforma. A pesar de la ausencia de la CGT en la última reunión del Consejo de Mayo, existen expectativas de que la central no active protestas inmediatas, aunque se reconoce que son bastante probables.

La discusión parlamentaria

Los sindicatos, junto a algunos diputados de origen sindical, ya están preparando una contrapropuesta. La legisladora Vanesa Siley enumeró varias propuestas, como aumentar el salario mínimo al nivel de la canasta básica y ajustar la jornada laboral a 6 horas.

La CGT coincide en que la creación de empleo no se solucionará flexibilizando las normas laborales. Un representante sindical resumió la preocupación: “Hasta que no esté ingresado a la Cámara, nada es oficial para mí“.

Mientras el Gobierno impulsa una reforma estructural, la CGT se reorganiza para confrontar lo que perciben como un retroceso de derechos. La voz de Cristian Jerónimo refleja la tensión: se defienden derechos laborales, se reclama diálogo y se advierte sobre la capacidad de movilización sindical. En este contexto, el próximo capítulo dependerá de un delicado equilibrio entre política, economía y representatividad social.

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