La Casa Blanca señala a Pekín y aumenta tensión entre Trump y Xi
El presidente de China, Xi Jinping, aprovechó la reciente conmemoración del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial para lanzar un mensaje claro: el mundo enfrenta una elección entre “paz o guerra” y “diálogo o confrontación”. Mientras tanto, el expresidente Donald Trump arremetió contra Pekín, acusándolo de conspirar contra Estados Unidos. Este intercambio subraya un contexto de creciente tensión entre ambas naciones.
En la emblemática Plaza de Tiananmén, Xi estuvo acompañado de varios líderes internacionales, como Vladimir Putin, Kim Jong-un y Narendra Modi, observando un impresionante desfile militar. Este evento no solo exhibió armamento moderno, incluyendo misiles, tanques y aviones de combate, sino que también destacó el avance tecnológico militar de China.
Durante su discurso, Xi subrayó el papel crucial del ejército chino en la defensa de la soberanía y la integridad territorial del país. Aludió a la necesidad de fortalecer las capacidades militares para prevenir conflictos y mantener la estabilidad regional y global. Este desfile coincidió con la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que reunió a líderes de 20 naciones, sumando así una dimensión diplomática importante al evento.
La reacción de Trump ante el desfile
Donald Trump no se quedó atrás y utilizó su red social, Truth Social, para criticar abiertamente el desfile y los encuentros de Xi. “Por favor, transmitan mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y Kim Jong-un, quienes conspiran contra Estados Unidos”, expresó. También solicitó que China reconozca la contribución de su país durante la Segunda Guerra Mundial, algo que considera vital para salvaguardar la libertad de Pekín.
Este cruce de declaraciones refleja una escalada retórica entre Washington y Pekín en un momento en que China está mostrando sus capacidades militares y proyectando su influencia en la región. La cumbre de la OCS y el desfile militar dejan una imagen que resulta incómoda para Estados Unidos, mientras Xi pretende enviar un mensaje sólido sobre la disposición del país a defender su soberanía ante cualquier amenaza.