La campaña de LLA se tambalea y revela sus contradicciones
Un nuevo escándalo se suma al ya extenso historial de José Luis Espert, quien se ha visto envuelto en una serie de situaciones complicadas. Esta vez, los registros contables del Bank of America revelan un giro de 200.000 dólares dirigido al economista, que proviene de un entramado relacionado con el empresario Fred Machado.
La situación para Espert no ha hecho más que empeorar en los últimos días. Este caso salió a la luz en el marco de un juicio en Texas, donde Debra Mercer-Erwin, socia de Machado, fue condenada. Actualmente, ella está detenida en Río Negro, esperando que la Corte Suprema decida sobre su extradición a Estados Unidos. Además, el juez Marcelo Martínez de Giorgi confirmó que Espert utilizó aviones vinculados a las empresas de Machado en al menos 35 ocasiones durante su campaña presidencial en 2019. Uno de estos vuelos, por ejemplo, lo llevó de Buenos Aires a Puerto Madryn para la presentación de un libro.
Más allá de la verdad de los hechos, el caso de “El Profe” ha sacado a la luz las debilidades políticas de La Libertad Avanza (LLA) y las contradicciones internas de esta fuerza emergente. En un clima de crisis, el sentido de pertenencia se siente un tanto turbulento. Es más fácil gritar “¡Viva La Libertad, Carajo!” cuando la popularidad está en alza, pero ahora los vientos soplan en contra, con un riesgo de derrota que asoma a la vuelta de la esquina.
En este contexto, la candidatura de Espert se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza. Prueba de esto es su ausencia en la campaña, no solo en los actos donde debería ser protagonista, sino también en eventos secundarios, como la reciente presentación del nuevo Código Penal en Ezeiza. En un principio, se esperaba que fuera un orador principal en un mitin en La Plata, que terminó siendo suspendido. La pregunta es: ¿cómo puede llevar a cabo la campaña si el propio partido lo margina? Todo esto es aún más complicado considerando la reciente derrota electoral, donde LLA perdió por 14 puntos en las locales de septiembre.
Antes de que estallara este escándalo, Espert ya estaba en el centro de la mira. Su estilo agresivo había comenzado a asustar al electorado que deberían atraer. Así que la estrategia del partido pasó por suavizar el discurso, incluso del Presidente, para captar lo que llaman el “voto Bullrich”. Este voto corresponde a aquellos que, siendo parte de Juntos por el Cambio, optaron por Milei en el balotaje.
A esto se suma que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue la primera en marcar distancias con la Casa Rosada. Mientras desde allí se intentaba minimizar la situación, Bullrich le pedía a Espert que hablara y aclarara su situación. A ella le interesa que la situación de Espert no perjudique su propia candidatura a senadora por CABA, y no parece estar dispuesta a arriesgarse por Milei.
No solo ella, otros referentes del partido han demandado a Espert una ex explicación clara sobre su vínculo con Machado. Sin embargo, los integrantes de LLA, sobre todo aquellos del PRO, no están cómodos en una boleta encabezada por Espert, quien nunca ha sido un candidato popular entre sus colegas.
Un punto clave es el caso de Diego Santilli, quien está en la lista detrás de Espert. Surgieron especulaciones sobre su posible renuncia, pero expertos aclaran que, como no son diputados electos sino candidatos, no aplicaría la normativa que exige reemplazo por género. Esto significa que, si Espert se baja, entraría al ruedo la actual número dos de la lista, Karen Reichardt.
Además, Espert tiene un rol preponderante en el Congreso, donde sus acciones pueden complicar las discusiones sobre el Presupuesto 2026, cruciales para demostrar una gobernabilidad sólida, tal como exige Estados Unidos para su apoyo financiero. Esta es una señal importante para los mercados, que ya están tensionados con un riesgo país elevado.
Costo político
Mientras la economía sigue moviéndose en aguas turbulentas, LLA enfrenta un frente político complicado que no puede contener. La falta de negociación y el sometimiento a otros actores durante los momentos de fuerza de Milei están comenzando a volverse en su contra. Las derrotas en el Congreso, que afectan el plano fiscal, son consecuencias de la ofensiva de la oposición.
Milei, por su parte, parece decidido a sostener a Espert. No está dispuesto a dejarlo de lado. Esto podría interpretarse como una virtud, pero también como un error. Por lo que se ha visto, Milei no está dispuesto a sacrificar a su círculo íntimo, incluso cuando la situación empeora. Desde su entorno, se defendió a Espert en medio de todas las acusaciones, considerándolas “operaciones” montadas por el kirchnerismo.
Por lo tanto, el Presidente, que está llevando adelante la campaña nacional, no parece querer entrar en un análisis de costo-beneficio respecto a mantener a Espert en la lista a tan solo unos días de las elecciones.
Espert, en sus propios videos, mantuvo el mismo tono desafiante, mientras que el peronismo celebra la postura de Milei. Aunque se decidiera a dar un paso atrás, su imagen seguiría en las boletas, que ya no pueden ser modificadas, sobre todo ahora que enfrentan el costo elevado de la boleta única.
Un factor importante, que también complica la decisión de dejar a Espert fuera, es que los votantes de LLA deberían marcar igual la cruz debajo de su nombre, aunque él ya no estuviera presente en la contienda.