Juan Pablo Valdés asume como gobernador de Corrientes
La ceremonia comenzó a las 18 horas en la Legislatura y luego se trasladó a la Casa de Gobierno, donde se formalizó el traspaso de mando entre los líderes de Vamos Corrientes. Al mismo tiempo, la militancia se reunió en la plaza 25 de Mayo, celebrando la continuidad del proyecto boina blanca, que dirige los destinos de la provincia litoraleña desde 2001, aunque con sus altibajos.
Corrientes, al igual que Santiago del Estero, tiene su propio calendario político, desfasado del nacional. Esto se debe a las intervenciones federales que ha sufrido en el pasado. Por eso, la provincia renueva su Poder Ejecutivo en paralelo a los comicios de medio término, algo poco habitual comparado con la mayoría de las provincias argentinas.
Con solo 42 años, Juan Pablo Valdés se convirtió en el gobernador más joven de la historia correntina. Su hermano mayor, quien se postuló a senador para ayudar a la boleta de su frente, lo había designado candidato del oficialismo local a principios de julio.
En su camino hacia el sillón de Ferré, Valdés tuvo que enfrentar acusaciones de “nepotismo” y también gestionar las quejas de otros colegas que aspiraban a postularse. Entre los opositores, figuran tres nombres relevantes: el peronista Martín Ascúa, intendente de Paso de los Libres; el exgobernador radical Ricardo Colombi; y el diputado nacional libertario Lisandro Almirón.
Sin embargo, Valdés no dejó espacio para sorpresas. Obtuvo el 52% de los votos en la primera vuelta, superando al Partido Justicialista por más de 22 puntos y evitando una segunda vuelta. Además, logró asegurarse el control de ambas cámaras legislativas. Es interesante notar que Almirón, referencia de Javier Milei en Corrientes, terminó en un distante cuarto lugar con apenas el 10% de los votos.
A pesar de que el gobernador saliente había negociado un acuerdo con La Libertad Avanza, finalmente decidió no seguir adelante debido a las exigencias que imponía el entorno presidencial. Así, optó por mantener la marca Vamos Corrientes, que incluye al PRO, a la UCR y a varios partidos locales, logrando buenos resultados.
En el ámbito nacional, Valdés se unió a Provincias Unidas, un grupo federal con otros gobernadores, aunque todos ellos sufrieron derrotas en los comicios nacionales de octubre. El único que logró mantener su estatus fue Valdés, que lideró a sus candidatos a una victoria ajustada.
Una de las grandes incógnitas sobre la gestión de Juan Pablo Valdés es qué rumbo tomará con respecto a lo que su hermano dejó establecido. En la provincia se habla de “continuidad con cambios”, aunque también se especula sobre el tipo de liderazgo que Valdés querrá establecer.
Este jueves, el nuevo gobernador anunciará quiénes serán sus ministros. Hasta ahora, se sabe que el actual vice, Pedro Braillard Pocard, continuará en su puesto, mientras que se espera que Marcelo Rivas Piasentini, el ministro de Hacienda, también permanezca.
La ciudad de Corrientes también tuvo su nuevo intendente, Claudio Polich, quien asume un rol clave. En su ceremonia de asunción, Polich se comprometió a trabajar para desarrollar más la ciudad y embellecerla, destacándola en el país.
La pulseada por el futuro de la UCR
Además de su banca como senador provincial, Gustavo Valdés se perfila como posible presidente de la UCR. Este viernes, el partido definirá nuevas autoridades, ya que el diputado Martín Lousteau dejará su cargo. Sin embargo, Valdés ha dejado claro que su prioridad es el trabajo en su provincia.
En la actualidad, hay cinco gobernadores radicales en el país: Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Carlos Sadir (Jujuy), junto a Valdés. Mientras que los primeros dos han formado alianzas con los libertarios, los otros tres parece que se mueven con más libertad y se han unido a Provincias Unidas.
Valdés ha ganado notoriedad al plantar cara a la “crew” presidencial, logrando vencerla en las elecciones. Esto lo posiciona como un candidato de unidad, si las diferentes facciones de la UCR logran unirse detrás de su figura. Sin embargo, si no lo hacen, podría ser complicado que decida involucrarse en una interna tensa.
“Gustavo quiere proteger la gestión de su hermano y establecer un puente con la Nación. Quiere asegurarse de conseguir beneficios para Corrientes sin estar en contra del Gobierno nacional”, comentó una fuente cercana. Aunque no se descarta que su estrategia sea más compleja, como la de “poner un huevo en un lado y gritar en el otro”.