Javier Milei espera más empresas en 2026 pese a obstáculos actuales

Finalmente, la situación económica actual se presenta complicada. Las tasas de crédito se encuentran muy por encima de la inflación. Si bien ha habido una leve baja en los niveles inflacionarios en comparación con años anteriores, el costo del crédito sigue siendo elevado. Esto ha llevado a que tanto empresarios como consumidores sientan un gran peso en sus bolsillos.

“Estamos todos atrás del cortísimo plazo”

En este contexto, Román Guajardo, presidente de la Unión Industrial Región Rosario (Unirr), destaca que hablar del Presupuesto 2026 es casi un lujo para quienes están al frente de empresas hoy. El enfoque está en la supervivencia del día a día: cómo manejar la caída del mercado y las altas tasas de interés, y cómo lidiar con el retraso en los cobros a proveedores en un entorno de costos tan altos. Según él, la urgencia ahora es inmediata, no a mediano plazo.

Guajardo describe una cadena de pagos debilitada. Lo que antes eran clientes confiables, ahora son dudosos, y aquellos que ya eran problemáticos han empeorado. Esto se refleja en un aumento de la morosidad en tarjetas de crédito y un incremento en la cantidad de cheques devueltos. Esta realidad hace que la confianza entre empresas se resquebraje.

El presidente del Banco Macro, Jorge Brito, también se sumó a este diagnóstico. En un podcast, mencionó que aunque aún no hay cifras alarmantes, la cantidad de cheques rechazados se ha duplicado en muy poco tiempo.

Pymes en estado de espera y pronóstico de tensión social

Por otro lado, Mauro González, presidente de la Confederación General Pyme, no se muestra optimista. Afirma que las expectativas para su sector son “nulas”. Con tasas de crédito alrededor del 60%, considera que es imposible plantear proyectos productivos. Además, critica al Gobierno por reducir impuestos en algunas áreas mientras se congelan las inversiones hasta que pasen las elecciones.

González también alerta sobre las posibles consecuencias sociales de esta situación. Con el aumento del desempleo y la precarización laboral, prevé que sin un cambio en las políticas económicas hacia fin de año, podríamos enfrentar una crisis social. La tensión en los barrios ya es visible.

El debate por la balanza comercial

A las inquietudes del sector empresarial se suma otra preocupación: el comercio exterior. Según proyecciones oficiales, después de un superávit en 2024, se espera que el saldo comercial comience a ser negativo en 2025, con un déficit que crecería hasta 2028.

En respuesta a esto, la Asociación de Empresarios Nacionales lanzó una advertencia en las redes: el Gobierno de la actual administración prevé un futuro complicado para las pymes, con importaciones en aumento y un panorama sombrío para el sector.

El modelo paraguayo y el régimen de maquila

Por otro lado, el presidente Javier Milei ha mencionado en diversas ocasiones el modelo paraguayo como ejemplo. Lo ha elogiado por su régimen de maquila, que, según él, ha beneficiado a la industria local y ha impulsado el empleo genuino. Sin embargo, no todos comparten esta visión.

Guido Agostinelli, economista que estudió la economía paraguaya, cuestiona la idealización del modelo. A pesar de los esfuerzos por atraer inversión extranjera, la realidad es que la inversión no supera el 1% del PBI. Agostinelli señala que la infraestructura y la calidad educativa y de salud son deficientes, lo que dificulta aún más las inversiones.

Destaca que Paraguay tiene altos niveles de informalidad laboral y que reducir impuestos no necesariamente conlleva un aumento en la formalidad del trabajo. Según él, este modelo muestra signos de fragilidad, y aunque logran tasas de inflación más bajas, esto no se traduce en inclusión social.

Señales de debilidad productiva

Finalmente, el INDEC ha confirmado recientemente que la actividad económica está estancada; el PBI retrocedió un 0,1% en el segundo trimestre. Además, la última encuesta de la Unión Industrial Argentina (UIA) muestra que más del 36% de las empresas disminuyó su producción, mientras que las ventas y exportaciones también sufrieron caídas.

El panorama se completa con un informe que documenta la pérdida de unidades productivas con trabajadores registrados. Desde el inicio de la gestión actual, se han perdido miles de puestos de trabajo, reflejando una tendencia preocupante.

Así, mientras el presidente insiste en que el Presupuesto 2026 será clave para un nuevo ciclo de inversión, la realidad en las fábricas y pymes argentinas es otra: prioridades inmediatas, urgencias diarias y una mirada expectante hacia octubre, donde se esperan novedades en el ámbito económico.

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