Innovaciones en Prácticas Enológicas: Citrato de Cobre y Bicarbonato
Recientemente, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) ha dado un paso significativo en la evolución de las técnicas de vinificación al autorizar el uso de dos nuevas prácticas enológicas en todo el país. Estas innovaciones incluyen el citrato de cobre, destinado a mejorar la calidad del vino, y el bicarbonato de potasio, que se utilizará para la desacidificación de mostos y vinos. Estas medidas buscan no solo optimizar la producción, sino también garantizar estándares de calidad más altos en la industria vitivinícola.
Ambas autorizaciones fueron publicadas en el Boletín Oficial, firmadas por Carlos Raúl Tizio Mayer, presidente del INV. Con estas nuevas regulaciones, se espera que los productores puedan abordar desafíos específicos en la elaboración de vinos, asegurando un producto final que cumpla con las expectativas del consumidor.

Uso de Citrato de Cobre en Vinos
La inclusión del citrato de cobre responde a recomendaciones establecidas por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y las normas de la Unión Europea. Este compuesto se utiliza para neutralizar olores y sabores no deseados, particularmente aquellos derivados del sulfuro de hidrógeno. La normativa especifica que la dosis máxima permitida es de 1 gramo por hectolitro, y debe determinarse a través de ensayos previos.
Este tratamiento genera un precipitado cúprico coloidal que debe eliminarse del vino mediante un proceso de filtración. Además, es fundamental que el contenido de cobre en el producto final no supere los límites establecidos por la legislación vigente, asegurando así la calidad y seguridad del vino que llega al consumidor.
Bicarbonato de Potasio como Regulador de Acidez
Por otro lado, el uso del bicarbonato de potasio ha sido autorizado para regular la acidez de mostos y vinos, siempre que se mantenga un mínimo de 1 gramo por litro de ácido tartárico en el producto final. Esta práctica también está alineada con las normativas internacionales y las directrices de la Unión Europea, lo que refuerza su validez y aplicación en el ámbito vitivinícola.
El INV ha enfatizado que la incorporación de estas prácticas enológicas está enmarcada dentro de la Ley 14.878, que otorga a la institución la autoridad para modificar y ampliar los procedimientos permitidos en la industria. La resolución también incluye advertencias sobre posibles sanciones por infracciones a la normativa, subrayando la importancia del cumplimiento regulatorio.
Impacto en la Industria Vitivinícola
La autorización de estas prácticas representa un avance significativo para los productores de vino, permitiéndoles adaptarse a las necesidades del mercado y mejorar la calidad de sus productos. La implementación de técnicas modernas no solo puede aumentar la competitividad de los vinos nacionales, sino también responder a las expectativas de los consumidores que buscan productos de alta calidad.
¿Cómo puede beneficiarte este programa? Si eres un productor o entusiasta del vino, estas nuevas regulaciones te abren la puerta a un mundo de posibilidades en la elaboración de vinos. La capacidad de utilizar citrato de cobre y bicarbonato de potasio de manera controlada y regulada puede marcar una diferencia notable en la calidad de los vinos que produces o disfrutas.
Para aquellos interesados en conocer más sobre estas prácticas y su implementación, se recomienda estar al tanto de las futuras publicaciones y orientaciones del INV. La evolución en la elaboración de vinos es continua, y estas nuevas autorizaciones son solo el comienzo de un proceso que busca mejorar la calidad y competitividad del sector vitivinícola.
Noticia en desarrollo.
Te invitamos a explorar más sobre el fascinante mundo de la vitivinicultura y a compartir esta información con otros amantes del vino. Cada paso hacia la innovación y la calidad es un paso hacia el futuro de esta noble industria.