Industriales impulsan reforma tributaria a favor de Kicillof

La situación en la provincia de Buenos Aires es un verdadero rompecabezas. A pesar de algunas señales de recuperación esperadas para el 2024, durante el primer semestre se perdieron más de 12.000 empleos. Eso es, al menos, lo que revela un informe reciente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA).

La economía de la provincia, en gran medida, se enfoca en el consumo. Comparada con regiones más ricas en recursos como Vaca Muerta o las zonas mineras, la realidad de muchas empresas es más complicada. La mayoría de ellas son pymes, que están enfrentando enormes desafíos en medio de la tumultuosa situación económica actual.

En este contexto, la UIPBA se encuentra preparando una reforma tributaria para presentar al gobierno de Axel Kicillof. La idea es mejorar la competitividad del sector. Un foco central de la propuesta es el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB), al que consideran un impuesto distorsivo que encarece los productos nacionales en comparación con los importados. Esto no es un problema exclusivo de Buenos Aires; afecta a todas las provincias. Un empresario bonaerense lo expresó con claridad: “Un producto que se elabora en más de un distrito paga IIBB en cada provincia que atraviesa. Es una locura”.

Las críticas no solo se dirigen al gobierno provincial, sino también a los municipios y al gobierno nacional. Hay que tener en cuenta que no es solo el peso impositivo, sino también condiciones macroeconómicas como la política cambiaria y la apertura a importaciones sin considerar antes algunas reformas tributarias.

Un empresario de la UIPBA comentó: “Milei nos prometió despojarnos de la mochila para poder competir, pero lo que hizo fue abrir la jaula a los leones; y nuestra mochila es más pesada que nunca”. La competencia con los productos importados se siente desigual, no solo por los impuestos, sino también por las exigencias en materia ambiental y laboral. “Acá debemos cumplir ciertos estándares, mientras que un producto de Asia puede llegar casi sin regulaciones; eso se vuelve una hipocresía”, explicó.

La Cámara Argentina de la Indumentaria está incluso trabajando en una ley “anti Shein”, pero el alcance de esta problemática va mucho más allá; afecta maquinarias, autos, cartelerías de marketing, entre otros.

“Hagamos de cuenta que desaparecemos”

La carpeta que prepara la UIPBA se concentra en modificar el IIBB. Reconocen lo que Kicillof llama “industricidio” por las políticas de Milei. Ellos lo dicen con un tono irónico: “Está bien, hagamos de cuenta que desaparecemos. El Estado tendrá que recaudar lo que hoy aportamos, a ver qué pasa”.

Las provincias a menudo alegan que no pueden eximir el IIBB porque dependen de esos fondos para cubrir sus gastos, especialmente en tiempos difíciles. Pero los industriales argumentan que con estas cargas impositivas se vuelve imposible competir. Si no venden, el estado provincial recauda menos, además de perder ingresos por cada pyme que cierra.

Actualmente, en muchos rubros el IIBB ronda el 1,5%, pero en la práctica puede llegar al 3%. Productos como los textiles empiezan en un 3%, y las bebidas alcohólicas en un 5%. No se lograron actualizar las leyes en La Plata, por lo que más pymes comienzan a tener que tributar. Para el gobierno, el IIBB representa aproximadamente el 75% de su recaudación.

Los industriales buscan transformar el IIBB en algo más parecido al IVA, impactando no en el proceso industrial, sino en el consumidor final. La idea sería que los productos importados también paguen este tributo. Esto podría ser una forma de nivelar el campo de juego y de dejar de exportar impuestos.

En el sector automotriz, por ejemplo, las terminales compiten entre sí en el mercado. Argentina exporta aproximadamente un 20% de impuestos, mientras que Brasil exporta un 7% y México solo un 0%. También hay pymes que enfrentan retenciones de provincias con las que no operan, y los reembolsos pendientes se acumulan.

Los industriales bonaerenses creen que, en definitiva, están subsidiando a los productos que ingresan sin impuestos. Comparan la actual situación con la crisis de los años noventa, pero con el añadido de la competencia china. Un empresario dijo: “El costo de los servicios en dólares se cuadriplicó y todos suman tasas e impuestos. Es muy complicado”.

Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportó que, entre enero y agosto, la industria tuvo una caída del 3,5% y está un 3,9% por debajo del nivel de noviembre de 2023. De las 16 divisiones de la industria manufacturera, 15 presentan caídas interanuales, entre las que se destacan sectores como productos de metal (-18%), alimentos y bebidas (-2,3%), y prendas de vestir, cuero y calzado (-14,1%). La única excepción fue la refinación de petróleo, que tuvo un aumento del 4,9%.

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