incidente en fiesta judía: últimas novedades sobre el suceso
Al caer la tarde del sábado, lo que debía ser una celebración por el inicio de Janucá, una de las festividades más significativas para la comunidad judía, se tornó en una tragedia en Bondi Beach, un lugar emblemático de Sídney, Australia. Dos hombres armados desataron el caos durante el evento denominado “Chanukah by the Sea”, dejando al menos 12 personas muertas y 29 heridas, según confirmaron las autoridades.
Los atacantes fueron rápidamente identificados: un padre de 50 años, que perdió la vida en el lugar, y su hijo de 24 años, que fue llevado al hospital tras ser detenido. La celebración, que congregaba a cientos de familias, turistas y vecinos, fue interrumpida por una ráfaga de disparos alrededor de las 18:47, hora local, generando pánico y desespero entre los asistentes. Quienes estaban allí describieron los disparos como “interminables” y provenientes de un punto elevado cercano al evento.
Ataque en Australia: al menos 12 muertos en un tiroteo masivo
Las fuerzas de seguridad de Nueva Gales del Sur llegaron rápidamente al lugar, estableciendo un cordón de seguridad y pidiendo a la población que se refugiara mientras se controlaba la situación. La policía confirmó que uno de los atacantes fue abatido en la escena y que el otro se encontraba en estado crítico tras un enfrentamiento con los efectivos. Además, se están investigando posibles conexiones con un tercer sospechoso. Durante los operativos, se encontraron artefactos explosivos improvisados en un vehículo asociado a los agresores, que fueron desactivados por equipos especializados.
Víctimas y escenas de horror
Entre los fallecidos hay tanto asistentes al evento como transeúntes, incluyendo niños y ancianos. Varios de los heridos son policías que acudieron a prestar ayuda, algunos de ellos en condición grave. Las imágenes que han circulado en redes sociales muestran escenas caóticas, con personas cubiertas de sangre y familias huyendo aterrorizadas. Quienes presenciaron el ataque grabaron momentos de pánico total, buscando refugio en bares y comercios de la zona.
Calificación del hecho y condenas internacionales
Las autoridades australianas catalogaron el ataque como un acto terrorista con motivaciones antisemitas. El primer ministro, Anthony Albanese, convocó de urgencia al Consejo Nacional de Seguridad, describiendo lo ocurrido como un “acto devastador de violencia” dirigido a la comunidad judía. Líderes mundiales también condenaron el ataque; el presidente de Israel, Isaac Herzog, lo calificó de un “vil acto terrorista” y pidió a Australia que combata el creciente antisemitismo.
Comunidad en duelo y medidas de seguridad
La tragedia en Bondi Beach rompió la normalidad de una ciudad acostumbrada a festividades de verano y reavivó el debate sobre la seguridad en eventos comunitarios y el aumento de actos de odio. Las autoridades policiales han intensificado las medidas de seguridad y reiteraron a la población la importancia de seguir las recomendaciones mientras se lleva a cabo la investigación.
Mientras tanto, amigos y familiares de las víctimas han comenzado a reunirse para rendir homenaje a quienes perdieron la vida, enfrentando un profundo dolor por lo que ha sido uno de los capítulos más oscuros en la historia reciente de Australia.
Un transeúnte, aclamado como un héroe, fue reconocido por luchar contra uno de los atacantes durante el ataque en Bondi Beach. Resultó herido y se encuentra en recuperación tras una cirugía. Las imágenes de su bravura, intentando quitarle el arma al atacante, han circulado ampliamente en redes sociales. Su primo expresaba la satisfacción de que estuviera estable y le calificó sin dudar: “Es un héroe, al 100 %”.
Al hablar con los medios desde el hospital, el primo reiteraba que aunque el hombre recibió disparos en el brazo y la mano, su valentía fue un acto descomunal en medio de la tragedia. Las reacciones positivas hacia su acto heroico se han replicado, incluso desde el primer ministro del estado de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, quien lo aplaudió públicamente.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, se dirigió a la comunidad judía, expresando su apoyo y condenando el ataque, reiterando que el país no cedería ante el odio y la violencia. Por otro lado, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, sugirió que el gobierno australiano había alimentado el antisemitismo al permanecer en silencio ante el creciente sentimiento antijudío en la sociedad. Sus palabras resaltan no solo el dolor por lo sucedido, sino la necesidad de actuar ante la realidad del antisemitismo que persiste en el mundo.