Greg Carr: El multimillonario filántropo que vende su propiedad para restaurar un parque en África
Greg Carr vendió su casa en Estados Unidos con el propósito de recaudar fondos para la restauración de un parque nacional en África. La donación a causas filantrópicas por parte de multimillonarios es habitual, pero el caso de Carr destaca por su genuina pasión por la naturaleza. Recientemente, decidió vender su residencia en Manhattan para destinar esos recursos a un parque nacional en el continente africano.
Desde siempre, Carr ha manifestado su amor por la naturaleza, un sentimiento que lo ha llevado a dedicar casi 30 años de su vida a su conservación. Su compromiso se extiende más allá de la preservación del medio ambiente, participando activamente en iniciativas relacionadas con los derechos humanos y la importancia de cuidar nuestro ecosistema.
La trayectoria de Greg Carr
Originario de Idaho, Carr comenzó su carrera en el ámbito tecnológico. Estudió políticas públicas en la Universidad Estatal de Utah y fundó en 1986 Boston Technology, una de las primeras empresas que ofrecía servicios de correo de voz. Más tarde, fue director de Prodigy, un proveedor de internet a nivel global.
Sin embargo, en 1998, Carr decidió cambiar de rumbo y dedicarse completamente a la ayuda humanitaria. Fundó el Centro Carr para la Política de Derechos Humanos, con la misión de establecer políticas públicas efectivas. Además, creó la Fundación Carr, una organización sin fines de lucro enfocada en proyectos filantrópicos diversos.
El proyecto de restauración del Parque Nacional Gorongosa
El proyecto más significativo en la vida de Carr actualmente es la restauración del Parque Nacional Gorongosa, situado en Mozambique, África. Este parque, que sufrió devastación durante la guerra civil, es ahora objeto de un esfuerzo monumental por parte de Carr, quien se ha comprometido a donar más de 100 millones de dólares durante los próximos 35 años para preservar su biodiversidad.
Para apoyar esta causa, Carr puso en venta su lujoso penthouse en Nueva York, que cuenta con una característica cúpula dorada. La propiedad, que abarca 464 metros cuadrados, fue vendida por 25 millones de dólares, y todos esos fondos se destinarán al Parque Gorongosa para mejorar las condiciones de vida de la fauna y flora locales.
Un ejemplo de compromiso y acción
La historia de Greg Carr es un recordatorio inspirador de cómo el éxito económico puede canalizarse hacia la mejora del mundo. Su dedicación a la conservación y su enfoque filantrópico lo colocan en la lista de los multimillonarios que realmente se preocupan por el legado que dejan.
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