Gobierno y gremio se reúnen para establecer conciliación obligatoria

La situación actual en el ámbito aéreo está generando preocupación, especialmente con las fiestas de fin de año a la vuelta de la esquina. La Subsecretaria de Trabajo, Claudia Testa, se encuentra en negociaciones con el gremio de controladores aéreos. El motivo de estas reuniones es intentar encontrar una salida al paro que ya está afectando a miles de pasajeros justo cuando se acerca la Navidad y las vacaciones de enero. Si no hay acuerdo, el gobierno planea implementar una conciliación obligatoria para asegurar que los vuelos sigan normalmente.

La semana pasada, cerca de 40 mil pasajeros padecieron las consecuencias de este conflicto. Muchos tuvieron que enfrentar cancelaciones y reprogramaciones tanto en vuelos nacionales como internacionales. En caso de que se declare la conciliación obligatoria, esta tendrá una duración de 15 días y podría extenderse por otros 15, lo que obligaría a la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) a suspender las medidas de presión.

Otra semana de paro

Los controladores aéreos anunciaron que **seguirán con las suspensiones de vuelos** este martes 23 de diciembre, afectando especialmente el tráfico aéreo entre las 19 y las 22, justo cuando muchos se desplazan para las fiestas. Este paro impactará las operaciones del 25 y 26 de diciembre, momentos en los que miles necesitan volar a sus provincias para celebrar la Navidad. La situación también complica al bloque de **La Libertad Avanza**, ya que varios senadores necesitarán volar de regreso para votar el **Presupuesto 2026** en la sesión convocada para el viernes a las 12.

El paro ha llevado a la Casa Rosada a crear un plan de contingencia. De hecho, Patricia Bullrich, la líder del bloque libertario, está considerando la posibilidad de utilizar autos oficiales para trasladar a los senadores desde sus provincias. Sin embargo, muchos empleados legislativos se resisten a pasar la Navidad en ruta, buscando generar una tensión adicional en un contexto ya complejo.

La semana pasada, Aerolíneas Argentinas informó que tuvo al menos 61 vuelos que cambiaron su horario de salida, afectando a más de 9.000 pasajeros. Aunque esta semana no se espera una suspensión total de los vuelos, las demoras y reprogramaciones siguen siendo un problema latente, ya que afectan directamente las autorizaciones de despegue de las aerolíneas.

La medida que prepara el gobierno

Julio Cordero, el secretario de Trabajo, está supervisando toda la situación en la sede de su ministerio, donde se llevan a cabo las negociaciones. El paro de ATEPSA ocurre en un contexto de reclamos por **mejoras salariales** con la estatal Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).

EANA ya presentó una denuncia penal, pero esto no ha ayudado a resolver el conflicto. Incluso han señalado que ciertas acciones de protesta, como la instalación de banderas en las torres de control, podrían poner en riesgo la seguridad operacional. Por otro lado, desde el gremio defienden su postura, argumentando que todo surge de la ruptura del diálogo y el incumplimiento de acuerdos laborales.

El clima es complicado y las discusiones continúan mientras miles de pasajeros esperan noticias sobre sus vuelos.

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