Gobierno en continuidad y acuerdos necesarios con la oposición
El nuevo primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, presentó el domingo su gabinete, buscando estabilizar el panorama político tras la crisis provocada por la salida de François Bayrou, tras el rechazo a una moción de confianza. La nueva administración cuenta con 18 ministros, muchos de los cuales ya eran conocidos por el público.
Desde la explanada del Palacio del Elíseo, el secretario general de la Presidencia, Emmanuel Moulin, hizo oficial la lista de los nuevos integrantes del gabinete. Lo interesante es que predominan caras conocidas y hay una clara intención de continuidad con el gobierno anterior, reintroduciendo a doce exministros en diversos cargos.
Entre los nombres más destacados, encontramos a Bruno Retailleau en Interior, Gérald Darmanin en Justicia, Elisabeth Borne como ministra de Educación Nacional, y Manuel Valls en Territorios de Ultramar. Otros cargos importantes incluyen a Catherine Vautrin en Trabajo y Sanidad, Annie Genevard en Agricultura, y Jean-Noël Barrot en Asuntos Exteriores, con Rachida Dati a cargo de Cultura.
El primer Consejo de Ministros se llevará a cabo este lunes a las 16:00, con la presencia del presidente Emmanuel Macron. Lecornu defendió su gabinete, asegurando que “reúne y se asemeja a la base común que nos sustenta en el Parlamento”. Además, enfatizó que los ministros tienen la responsabilidad de preparar un presupuesto para el país antes del 31 de diciembre.
Sin embargo, esta nueva conformación generó un fuerte rechazo desde la oposición. Marine Le Pen, líder de la Agrupación Nacional, tildó la designación de Lecornu de “patética”, argumentando que este gabinete no ofrece cambios significativos, ya que incluye a los que llevaron a Francia a la crisis.
Por su parte, Jordan Bardella, presidente del partido de extrema derecha, anunció que se presentará una moción de censura, criticando que el nuevo gabinete carece de la ruptura que muchos franceses esperaban. En el frente izquierdo, Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, descalificó al nuevo ejecutivo, al que describió como “una procesión de aparecidos” compuesta mayoritariamente por exmiembros de Los Republicanos.
Medios franceses también destacaron que figuras cercanas a Macron, como Édouard Philippe, Gabriel Attal y Christophe Béchu, rechazaron cargos en el nuevo gobierno. A pesar de las tensiones, Lecornu se mantiene firme en su propósito de forjar consensos para evitar bloqueos políticos que pongan en peligro la gobernabilidad del país.