Gobierno aumentó la motosierra en agosto para mantener superávit

El mes pasado, la situación económica nos dejó algunos datos preocupantes. La recaudación cayó un 2,4% en términos reales, y los gastos del gobierno se ajustaron a la baja en un 17%. Esto puede sonar complicado, pero vamos a desglosarlo un poco.

El “ancla fiscal” se ha convertido en un pilar central del programa económico nacional. El gobierno está decidido a hacer los recortes necesarios para mantener dicha meta, aunque esto signifique que no subirán impuestos. Hay que tener en cuenta que, en agosto, la recaudación tributaria fue de 15,3 billones, un descenso notable comparado con el mismo mes del año anterior. Frente a estos números, el ministro de Economía, Luis Caputo, parece estar adoptando medidas de ajuste más severas.

La Administración Pública Nacional (APN), que abarca la mayor parte del estado menos las empresas públicas, también refleja este panorama. Según información reciente, en agosto, el gobierno central implementó un ajuste real del 17,6% en sus gastos. Este tipo de recortes se vuelven un tema de conversación e interés en cualquier reunión familiar.

En el mes de agosto, la APN había autorizado gastos cercanos a los $10,5 billones. Es relevante aclarar que esto corresponde al gasto devengado, es decir, cuando se acepta y valida la factura de un proveedor, aunque el dinero no haya sido efectivamente pagado aún. En paralelo, los ingresos se situaron en unos $10,3 billones, también mostrando una baja del 1,7% respecto al año anterior. Un dato curioso es que en este cómputo, la APN no suma ingresos de la Seguridad Social como recaudación.

En 2025, el Gobierno venía aflojando el gasto

Si miramos los números hasta ahora, la APN ha registrado ingresos totales de $92,3 billones en el año, con un aumento real del 14%. Sin embargo, el gasto acumula $76 billones, lo que marca una caída del 3%. En agosto, el gobierno parece haber cambiado de rumbo en su política fiscal. Después de un tiempo de contener el gasto, ahora se ve obligado a reactivar esa “motosierra” de recortes.

Una de las preocupaciones para el equipo económico son los gastos que adicionó el Congreso. Algunos inyectan gastos no previstos, como ciertas emergencias que no se pudieron vetar. Hay analistas que ya cuestionan la posibilidad de cumplir con la meta de superávit de 1,6% del PBI que se acordó con el Fondo Monetario Internacional. Todo indica que podríamos llegar a un 1,3%, un resultado que podría considerarse aceptable dado el contexto actual.

Cuáles son los gastos con mayor recorte

Según datos de la Asociación Argentina del Presupuesto y la Administración Financiera Pública (ASAP), en agosto, los gastos corrientes tuvieron una caída del 17,6% ajustados por inflación. Esto afectó casi todos los rubros, salvo las prestaciones de la Seguridad Social y las transferencias a universidades, que tuvieron ligeros aumentos.

Algunas cifras destacadas son:

  • Gastos en remuneraciones: cayeron un 8,5% en comparación con agosto del 2024.
  • Bienes y servicios: bajaron un 16,7%.
  • Transferencias Corrientes: disminuyeron un 18,4%. Las destinadas al sector privado bajaron un 5,8%, principalmente por la falta de actualización del complemento previsional.
  • Subsidios económicos: las transferencias a empresas públicas y a otros organismos públicos reflejan una caída del 49,3%.
  • Gasto de Capital: último, pero no menos importante, sufrió una disminución del 64,9%, partiendo de un nivel ya bajo el año anterior.

Con estos datos, el panorama se torna más claro sobre cómo el ajuste del gasto está impactando en distintos sectores. Así, es un tema que no solo afecta a quienes están al tanto de la economía, sino que nos toca a todos en el día a día.

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