Gobernadores condicionan diálogo con Nación hasta después de elecciones
La cercanía de las elecciones está marcando el clima en la política argentina. Como bien dijo un gobernador patagónico, la sensación es que “faltan 30 días y ya está”. Muchos de los líderes provinciales han comenzado a expresar su malestar abiertamente, aunque claman por diálogo, parece que prefieren dejar las charlas para después del 26 de octubre. Por otro lado, los que establecieron acuerdos con La Libertad Avanza (LLA) están siendo más cautelosos y evitan criticar a la Casa Rosada, pero no dejan de hacer sus pedidos en privado.
En este contexto, Javier Milei enfrenta uno de sus momentos más complicados. El apoyo económico que recibió de Estados Unidos no le está alcanzando tras los resultados decepcionantes en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo salió fortalecido y se evidenciaron debilidades dentro del espacio libertario. Frente a esta situación, los opositores han ido a fondo y los sectores que buscan diálogo ven en esto una oportunidad para enfriar aún más las relaciones, que ya no son las mejores.
Gobernadores: en busca de diálogo antes de las elecciones
Uno de los temas que está generando resentimiento son las breves retenciones cero, aplicadas por solo tres días. Esta medida benefició a grandes exportadoras y causó malestar entre los productores agropecuarios y varios gobernadores, especialmente del frente Provincias Unidas, quienes señalaron que era una movida “electoralista”. Este martes, un grupo de mandatarios, incluidos Martín Llaryora de Córdoba y Maximiliano Pullaro de Santa Fe, se reunirá en Chubut para discutir estos asunto.
El nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán, se ha lanzado a un recorrido por diversas provincias para reconstruir los puentes que se han roto. Visitas a Tucumán, Salta y Catamarca son sólo algunas de sus primeras parada. Sin embargo, el desafío que enfrenta es considerable: si no tiene poder de decisión, muchos coinciden en que “nada va a cambiar”.
A esto, se suma que el Presidente ha vetado la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que había sido elaborada conjuntamente por los 24 distritos. Esto ha generado una nueva ola de descontento entre los gobernadores.
Por su parte, Axel Kicillof, el gobernador bonaerense, no se quedó callado y dijo que es necesaria una reunión formal con la Nación para abordar temas urgentes como el narcotráfico. Este pedido llegó tras el trágico femicidio de tres mujeres, un problema que claramente afecta a toda Argentina.
El jujeño Carlos Sadir, en un evento reciente, también pidió un llamado a los gobernadores para discutir el rescate económico con Estados Unidos. Reconoció que, hasta ahora, el único movimiento del Gobierno había sido nombrar a Catalán como ministro y que, más allá de las visitas a los gobernadores, poco había cambiado.
El Presupuesto 2026 y otros desafíos
Otro punto crítico en la relación entre la Nación y las provincias es el Presupuesto 2026. El debate ya ha comenzado en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados y los distritos están al tanto de que hay escasez de recursos. El gobernador Maximiliano Pullaro ha hecho hincapié en que no hay asignaciones para infraestructura en el presupuesto nacional, algo esencial para generar empleo. Asimismo, el ministro de Economía de Salta, Roberto Dib Ashur, advirtió sobre la eliminación de la Ley de Financiamiento Educativo, una medida que tenía como objetivo garantizar inversión en educación y tecnología.
A este complejo escenario se suma la decisión de Milei de recorrer los distritos que van a elegir senadores. Su visita comienza en Tierra del Fuego, que enfrenta un clima complicado, con protestas en marcha bajo el lema “Milei, no sos bienvenido”. Esto se debe a las declaraciones pasadas del presidente sobre los habitantes de Malvinas, que no cayeron bien en la región.
La situación es especialmente volátil, con provincias como Chaco y Entre Ríos, donde los políticos locales ven que hay una chance de recuperar terreno tras rupturas de alianzas. Las últimas encuestas sugieren que el apoyo al oficialismo está disminuyendo, con los analistas pronosticando que podrían perder entre seis y ocho puntos en las próximas elecciones.
El clima está tenso y hasta ahora, la colaboración entre la Nación y las provincias parece estar en un punto crítico, mientras todos esperan la llegada de las elecciones.