Gestoras globales analizan si el precio está en burbuja
El oro ha vuelto a estar en el centro de la conversación financiera a nivel mundial. Recientemente, superó la barrera de los u$s 4.000 por onza, y ya lleva un aumento de más del 50% en lo que va del año. Todo esto ha generado una serie de preguntas entre analistas y grandes gestoras internacionales como Vontobel, Generali y Schroders. Se preguntan si este metal precioso está en medio de una burbuja especulativa o si este crecimiento se basa en fundamentos sólidos.
Marco Mencini, responsable de análisis de Plenisfer Investments (Generali Investments), asegura que el crecimiento del oro está sustentado principalmente por las compras de bancos centrales. De hecho, estos bancos han sido responsables del 94% de la escalada desde 2022, aumentando sus adquisiciones tras el congelamiento de activos en dólares de Rusia. También menciona el interés sostenido de los inversores como otro factor determinante detrás del ascenso del metal.
Además, Mencini explica que el mercado ya anticipa nuevos recortes de tasas en Estados Unidos, lo que reforzaría la búsqueda de activos refugio. Menciona la influencia de Stephen Miran, asesor del expresidente Donald Trump, en la Reserva Federal, sugiriendo que podría haber una política monetaria menos restrictiva pronto. Esto, asegura, podría traducirse en mayor inflación, presión sobre los bonos y pérdida de valor del dólar como moneda de reserva.
Una afirmación interesante de Mencini es que, si solo el 1% del capital privado actualmente invertido en deuda pública estadounidense se desviara al oro, el precio podría escalar hasta los u$s 5.000 por onza.
La visión de Vontobel: récords y fundamentos firmes
Desde Vontobel, Regina Hammerschmid destaca que el precio del oro ha superado los u$s 4.000 por onza y está rompiendo récords a diario. Solo en 2025, el metal amarillo alcanzó 52 máximos históricos, con una rentabilidad acumulada del 54%, la cifra más alta desde 1979.
A pesar de estas subas significativas, Hammerschmid no ve un riesgo inminente de corrección. Señala que los factores estructurales, como el debilitamiento del dólar, la preocupación por la deuda estadounidense, la autonomía de la Fed y las tensiones geopolíticas, sumados a factores cíclicos como la desaceleración del mercado laboral, crean un panorama donde el risk es limitado.
Para Hammerschmid, el oro sigue siendo una opción atractiva para los inversores que buscan refugio ante la incertidumbre global, especialmente en momentos de volatilidad y cambios en las políticas monetarias.
Schroders descarta un exceso de euforia
Por otro lado, James Luke, gestor de fondos de materias primas en Schroders, no cree que haya una fiebre especulativa entre los inversores occidentales. Asegura que los inversionistas no están comprando oro a ciegas. De hecho, muchos de ellos vendieron durante la reciente alza.
Para Luke, el repunte del oro en los últimos años se debe sobre todo a las compras de bancos centrales e inversores institucionales en mercados emergentes. En Occidente, la cautela todavía predomina, ya que muchos inversores recuerdan la década de bajo rendimiento del oro entre 2005 y 2015.
Finalmente, Luke anticipa que, en el contexto actual de tensiones fiscales y geopolíticas, podría haber una participación más activa de los inversores occidentales, lo que fortalecería el precio del oro y reafirmaría su papel como activo refugio en tiempos de incertidumbre.
En resumen, las tres gestoras coinciden en que el oro está atravesando un momento de gran fortaleza. Este fenómeno está impulsado por un cambio en el ciclo económico y la búsqueda de protección frente a la volatilidad. Sin embargo, aún hay diferencias en cuanto a si el valor actual realmente representa una oportunidad o si estamos en el umbral de una corrección inminente.