Fin a la escasez de patentes: vuelven a circular con normalidad
Durante los últimos años, una situación común en calles y rutas argentinas fue ver autos y motos circulando sin patentes. Este fenómeno, resultado de la falta de insumos y demoras administrativas, se convirtió en un problema de gran escala, afectando a miles de vehículos, tanto nuevos como usados, que carecían de identificación.
La ausencia de dominios visibles no solo complicó a los conductores, sino que también creó una grave brecha en el sistema de seguridad, dado que sin una patente visible es imposible rastrear un vehículo durante controles o en cámaras de seguridad.

Las patentes vuelven a circular con normalidad
Sin embargo, tras meses de trabajo, el Ministerio de Justicia ha anunciado la normalización definitiva del servicio de patentes. Desde el 1° de septiembre, se garantizará un stock suficiente de chapas patentes en todo el país.
Para lograr este objetivo, se han abierto licitaciones a proveedores privados, mejorando la logística y estableciendo un esquema de distribución federal. Los resultados son evidentes: entre mayo y julio se entregaron casi medio millón de patentes, y se espera otro récord en agosto con más de 430.000 unidades.
Mejoras en el proceso de tramitación
La reforma también ha implicado cambios significativos en los procesos. Desde el 28 de julio, los registros automotores están obligados a notificar a los ciudadanos en un plazo máximo de 48 horas cuando una patente esté lista. Además, se ha implementado la posibilidad de realizar el seguimiento del trámite de manera online. La información se comparte en tiempo real con las fuerzas de seguridad, lo que facilita los controles en rutas, peajes y operativos urbanos.
La recuperación del sistema de patentes representa un avance crucial. Un vehículo sin patente es, en la práctica, un vehículo sin identidad: no puede ser detectado por cámaras, es difícil de ubicar y puede ser utilizado para cometer delitos con mayor impunidad. La colocación de cada chapa es un paso más hacia la prevención y la trazabilidad urbana.
Con la normalización del servicio, se espera mejorar la seguridad vial y la capacidad de las autoridades para gestionar el tránsito en todo el país. Este avance es fundamental para restaurar la confianza en el sistema de registro vehicular y garantizar un entorno más seguro para todos los conductores.