El sector inmobiliario argentino ha perdido a uno de sus referentes más destacados. Roberto Nicolás Arévalo falleció en Buenos Aires a los 81 años, dejando tras de sí una trayectoria de más de cinco décadas dedicada a la ética institucional y la jerarquización de la profesión. Su compromiso con el Real Estate y la unidad regional fue fundamental para el desarrollo del sector.
Su esposa, Norma, y su hija Belén Arévalo, que es escribana, recibieron numerosas muestras de apoyo y cariño de colegas y amigos. La noticia de su fallecimiento ha generado un gran impacto en diversas instituciones argentinas y latinoamericanas, donde Arévalo dejó una huella profunda.
Un Hombre de Instituciones
Arévalo se destacó por su trabajo en varias organizaciones del sector inmobiliario. Presidía el tribunal de ética y disciplina del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (CUCICBA) y participó activamente en la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), el Centro de Corredores Inmobiliarios (CECIN), la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA) y la Confederación Inmobiliaria Latinoamericana (CILA), organización que ayudó a fundar.
Armando Pepe, experto inmobiliario, expresó su pesar: Fue un hombre de instituciones. Trabajó durante más de 50 años por la jerarquización de la profesión y lo seguía haciendo. Su legado es recordado por su humildad, calidez y compromiso con el sector.
Reconocimientos y Legado
Desde la agrupación Futuro Inmobiliario, donde Arévalo fue un pilar fundamental, sus integrantes lo despidieron con agradecimiento. No fue un corredor más. Fue un referente con visión, compromiso y vocación de servicio. Su legado seguirá guiando nuestro camino, afirmaron.
Arévalo dedicó su vida a fortalecer el papel del corredor inmobiliario dentro del entramado económico y social. Quienes tuvieron el privilegio de conocerlo destacan su capacidad de diálogo, su respeto por las instituciones y su dedicación a la formación de nuevas generaciones.
Una Pérdida Irreparable
El sector inmobiliario argentino siente la falta de un líder con una mirada amplia y una dedicación que superaba lo profesional. Roberto Arévalo es recordado no solo por su labor institucional, sino también por su firme convicción de que la profesión requiere reglas claras, ética y capacitación constante. Su legado perdurará en cada entidad que integró y en la memoria de quienes compartieron su camino.
Es fundamental que la comunidad inmobiliaria continúe honrando su memoria y trabajando por los principios que él defendió a lo largo de su vida. La influencia de Arévalo seguirá siendo un faro para todos aquellos que buscan fortalecer el sector y mantener altos estándares éticos y profesionales.
