experimentos sobre el futuro del sistema híbrido según expertos

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse, y su impacto promete ser profundo. Pero, para que sea positivo e inclusivo, es fundamental que todos los trabajadores, no solo los técnicos, reciban formación. La capacitación continua se presenta como el vínculo necesario entre la innovación y la inclusión laboral, según Julián Blausztein, gerente de cultura y desarrollo en Adecco Argentina. Esto implica que todos, desde el personal administrativo hasta los operativos, deben estar preparados para adaptarse a esta nueva realidad.

Nuevos perfiles y habilidades en evolución

Un estudio de Adecco arroja luz sobre los perfiles más solicitados en los próximos cinco años. La tendencia se orienta claramente hacia el mundo de la tecnología y la gestión de información. En el podio se encuentran los especialistas en inteligencia artificial y machine learning (71,9%), seguidos de cerca por los analistas de datos y big data (55,4%) y los expertos en ciberseguridad (35,6%).

Sin embargo, el cambio no se limita a los roles técnicos. Cada vez más hay demanda por posiciones que abordan la sostenibilidad, el bienestar laboral y el marketing digital. No solo se requieren programadores, sino también profesionales capaces de traducir conceptos tecnológicos en estrategias de negocio y comunicación.

Las nuevas ocupaciones emergentes en Argentina incluyen desarrolladores de software, especialistas en redes sociales y diseñadores creativos, todo con un enfoque tecnológico. Esto muestra que la empleabilidad ya no se sustenta en una única profesión, sino en la capacidad de adaptarse y migrar entre industrias mediante la transferencia de habilidades.

La idea de que uno puede tener una “profesión para toda la vida” pierde sentido en un mercado tan dinámico. Lo que se valora hoy en día no es solo el conocimiento técnico, sino la habilidad de aprender, desaprender y volver a aprender. Por eso, la adaptabilidad se convierte en la nueva moneda en el mundo laboral.

La educación como herramienta estratégica

Si la automatización promete un aumento en la productividad, la educación se erige como la única herramienta que puede garantizar la inclusión. Muchas empresas están comenzando a ver que capacitar a su personal no es un gasto, sino una inversión estratégica.

El relevamiento de Adecco revela que las capacitaciones más solicitadas son los fundamentos de IA para todos los colaboradores (72,8%) y las aplicaciones prácticas en negocios (58,5%). Asimismo, un 27,9% prioriza temas relacionados con la ética y la privacidad de datos, mientras que un 26% se enfoca en cursos técnicos avanzados para los equipos de desarrollo.

Por otro lado, el 61,7% de los empleados considera que la formación continua es crucial para permanecer en la empresa. Esto transforma la capacitación en un elemento clave tanto para la competitividad corporativa como para la retención del talento.

El estudio de Adecco concluye que la transformación laboral es tanto tecnológica como cultural. Incorporar software o automatizar procesos no es suficiente; también es esencial acompañar estos cambios con una nueva mentalidad organizacional y políticas de reconversión laboral sostenibles.

Revolución logística: humanos, máquinas y datos

La logística es uno de los sectores donde los cambios se están viviendo de manera más acelerada. La empresa Celsur elaboró un informe que analiza cómo la Logística 4.0 está transformando los modelos operativos. Este concepto combina automatización, inteligencia artificial, big data y sistemas interconectados para eficientizar procesos de transporte y distribución.

En la actualidad, los robots cargan y descargan mercancías, los sensores predicen la demanda y los algoritmos optimizan rutas en tiempo real. Pero no se trata solo de tecnología; también implica una reconfiguración del trabajo humano. Las tareas rutinarias tienden a automatizarse, mientras que adquieren valor las habilidades relacionadas con el pensamiento estratégico y la gestión de equipos.

Natalia Romero, directora de Recursos Humanos de Celsur, menciona que hoy las empresas buscan profesionales que no solo sepan operar sistemas digitales, sino que también interpreten datos y tomen decisiones rápidas en entornos dinámicos.

En la logística moderna, el talento humano no compite con las máquinas; colabora con ellas. Un operario que antes movía cajas, ahora gestiona flotas de robots. Esta convivencia redefine roles y crea nuevas categorías laborales.

El desafío, tanto para empresas como trabajadores, es doble. Por un lado, invertir en formación técnica; por otro, fomentar una cultura de reconversión para integrar a quienes puedan estar en riesgo de desplazamiento. Quienes logren adaptarse no solo mantendrán su lugar en la cadena de valor, sino que se volverán esenciales para impulsar la innovación.

El nuevo trabajador en la era digital

El impacto de la inteligencia artificial también se siente en el ámbito financiero, donde las tareas administrativas y de atención al cliente cambian de forma significativa. La startup Mozart AI, fundada por el uruguayo Christian Valdomir, desarrolla sistemas que automatizan procesos de cobranza y soporte a través de agentes virtuales inteligentes.

“Lo que hacemos es emular el trabajo humano, no reemplazarlo”, explica Valdomir. La idea es liberar a las personas de tareas tediosas para que se concentren en actividades más creativas. Mozart ha evolucionado de ser una herramienta de optimización de call centers a ofrecer resultados concretos en productividad.

Valdomir compara su desarrollo con una revolución industrial: “Antes las máquinas sustituían el músculo; ahora la IA sustituye tareas repetitivas, potenciando las más creativas”. Cada agente de IA puede realizar tareas que equivalen a las de cinco personas, reduciendo costos y mejorando la velocidad operativa. Sin embargo, el objetivo no es desplazar empleados, sino crear un modelo híbrido donde humanos y sistemas trabajen juntos.

“Mucha gente teme que la IA venga a reemplazar su trabajo, pero lo que hacemos en Mozart es potenciar las operaciones existentes”, concluye Valdomir. En este camino hacia el futuro del trabajo, parece claro que lo mixto será la norma.

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