Expectativa de contratación en Argentina cae a 5%, la más baja

A raíz de un nuevo informe global sobre las expectativas de contratación para el cuarto trimestre de 2025, se supo que Argentina tiene la menor expectativa de empleo entre más de 40 países. Además, dentro de nuestro país, la región más afectada es el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Según la última Encuesta de Expectativas de Empleo realizada por la consultora ManpowerGroup, los empleadores argentinos prevén una Expectativa Neta de Empleo (ENE) de solo +5% para el último trimestre del año, de octubre a diciembre. Este número es bastante bajo en comparación con otros lugares.

El análisis, que se realiza cada tres meses, abarcó 42 países de Europa, América y Asia. Aquí en Argentina, el AMBA muestra una expectativa de contratación mínima de solo 3%, mientras que Cuyo lidera con un 18%.

Luis Guastini, director general de ManpowerGroup, comentó que no los sorprendió un número tan bajo. “Hemos visto un comportamiento similar en los últimos dos años. El 5% es bastante bajo comparado con la media global, que se sitúa en 23%”, dijo.

Cautela en el mercado laboral

Guastini destaca que los empleadores están siendo muy cautelosos. La situación electoral puede influir en este panorama, ya que en estos años es común que la demanda de empleo disminuya.

A pesar de que se observan algunos indicadores macroeconómicos positivos, como una inflación más controlada, existen otros elementos que afectan la microeconomía, como un consumo en picada. Recordó que para ver mejores cifras debemos remitirnos a 2022.

Expectativa de contratación en la Argentina: la más baja del mundo

El informe resalta que los principales factores detrás de la baja en la contratación son los desafíos económicos (48%), seguidos por cambios en el mercado (30%) y ajustes de personal frente a la demanda actual (22%). Guastini añadió que, a pesar de ciertos signos de estabilidad, las expectativas aún son un desafío por la combinación de varios factores.

A nivel macroeconómico, sigue habiendo una alta rotación laboral, pero no se vislumbran expectativas de crecimiento por parte de las empresas. También mencionó que es complicado pensar en un aumento del empleo sin cambios que faciliten la movilidad del mercado laboral.

“Si bien hubo intentos del Gobierno para simplificar la normativa laboral, sobre todo en el sector PYME, todavía hay reticencia a contratar. Esto se debe a los costos y riesgos asociados, especialmente cuando no hay certezas de un crecimiento sostenido”, añadió Guastini.

Crecimiento económico y su vínculo con las PYMEs

Un dato interesante del informe indica que el 35% de los empleadores señala que el crecimiento de la empresa es la principal razón para contratar, ya que permite la creación de más puestos de trabajo. Sin embargo, señalaron que promover la creación de empleo en un contexto sin señales claras de recuperación no tiene mucho sentido.

Además, las empresas que enfrentan picos de trabajo a menudo optan por hacer horas extras en lugar de aumentar su personal. Esto se debe a que el costo salarial, sumado a los impuestos y cargas sociales, es alto, lo que genera desincentivos para sumar empleados.

¿Y la inflación?

Al abordar el tema de la inflación, Guastini expresó que cuando esta desacelera, el poder adquisitivo se estanca, lo que lleva a ser más cautelosos a la hora de decidir en qué gastar. Para que haya un crecimiento en el consumo y el ahorro, es necesario que el poder adquisitivo mejore. Sin embargo, cuando el enfoque no es monetario, las cosas tienden a complicarse.

Así, el desafío actual radica en cómo acelerar esta transición para que se puedan recuperar los niveles de ingreso. En este sentido, la economía cotidiana enfrenta obstáculos que son importantes, más allá de la macroeconomía. La situación económica ha mejorado, pero aún no es suficiente para poner en marcha un crecimiento sólido en el empleo.

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