Es fundamental investigar si se violó un procedimiento

La reciente baja de retenciones que sacó el Gobierno con gran alboroto apenas duró unas 72 horas. En el sector agropecuario, muchos sostienen que los beneficios fueron para un reducido grupo de empresas exportadoras. Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural, afirmó en una charla que resulta fundamental investigar si las exportaciones declaradas realmente tienen detrás compras de granos. Según él, esta medida no fue diseñada pensando en los productores, sino que fue una solución improvisada, y cuestionó las intervenciones estatales en el mercado.

El impacto de la medida

Pereda asegura que la baja de retenciones fue una respuesta de emergencia, debido a la complicada situación del Gobierno que necesitaba conseguir dólares rápidamente. A su juicio, el sector agropecuario es el único que puede aportar ese tipo de financiación, pero el control de las exportaciones está en manos de un puñado de grandes empresas que operan en el mercado internacional. Los cultivos dejados por los productores son líquidos y se transaccionan en enormes volúmenes, lo que significa que cualquier ajuste en las retenciones afecta a muchos, pero principalmente a unos pocos.

Destaca que la medida, aunque temporal, inmediatamente influye en los precios. “Es una distorsión del mercado”, sentencia, y agrega que el Gobierno, aunque pretende ser liberal, termina interviniendo. Esto genera un efecto en cadena que favorece a los exportadores, quienes pueden beneficiarse de estos vaivenes.

¿Le llegó algo a los productores?

Al preguntarle si algún beneficio quedó para los productores, Pereda menciona que se vendieron alrededor de 2.500.000 toneladas, mientras que los exportadores anotaron 17 millones. La diferencia es notable. “No es que no se vendió, pero es solo un 15% del total”, recalca. Esto, según él, sugiere que hubo una sobre-declaración por parte de los exportadores. “Hay que investigar y transparenciar todo esto”, dice con firmeza, mencionando que en situaciones así, los exportadores se quedan con los márgenes de ganancias más amplios.

La reacción ante las intervenciones

En sus palabras, es frustrante para un productor escuchar que el Gobierno cambia las condiciones de un momento para otro. “Cada dos minutos te dicen ahora subo el impuesto, ahora te bajo. Es inaceptable”, expresa. Esta falta de estabilidad se siente en las redes sociales, donde muchos productores están indignados. ¿Por qué deberían vender su soja mucho más barata, cuando podría estar a un precio más justo?

La mentalidad detrás de la producción

Pereda argumenta que no es correcto entender la producción agropecuaria como un simple juego financiero. “Cada tonelada de soja representa esfuerzo, trabajo y mucho riesgo”, aclara. La implicación es que este sector no solo mueve dinero, sino también historias de esfuerzo y dedicación de muchas familias.

La influencia externa

Respecto a la presión de Estados Unidos en el mercado, a Pereda le parece que hay mucha especulación. Menciona un tweet de Bessent y comenta que los exportadores notaron que EE.UU. estaba negociando soja con China. Esto, a su juicio, afectó la oferta y provocó una serie de distorsiones en el mercado, donde las intervenciones gubernamentales jugaron un rol decisivo.

Aunque Pereda considera que la situación actual no es un desastre, concibe que ha generado enojo y, desde el inicio, su voz se alzó en desacuerdo. A la vez, reconoce que el Gobierno ha estado enfrentando decisiones complicadas y que, tal vez, no comprenden del todo cómo funciona la mentalidad del productor. Sin embargo, se siente que la salida no está del todo clara y que estos cambios provocan más confusión.

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