Enfría la relación entre Javier Milei y Donald Trump

La reciente decisión del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, de cancelar indefinidamente su viaje a Argentina ha suscitado muchos interrogantes. Este viaje estaba previsto para la primera semana de diciembre y había despertado expectativas sobre el fortalecimiento de la relación entre Washington y Buenos Aires.

Apenas días antes, el presidente argentino, Javier Milei, también había anunciado que suspendía su propio viaje a Estados Unidos, programado para el 5 de diciembre, donde iba a participar en el sorteo del Mundial de Fútbol 2026, invitado por Donald Trump. Este doble impasse genera un aire de incertidumbre sobre cómo se verá afectada la interacción entre ambos gobiernos en un momento crucial.

La situación se complica aún más considerando que Argentina enfrenta el desafío de aproximadamente 5.000 millones de dólares en vencimientos de deuda para enero de 2026. Además, el país necesita financiamiento externo para estabilizar sus reservas, lo que pone en jaque las estrategias de la Casa Rosada.

La visita de Bessent había sido anunciada con entusiasmo, ya que se esperaba un diálogo para abordar temas de estabilidad macroeconómica y un acuerdo de swap de divisas de 20.000 millones de dólares. Sin embargo, rumores de descontento en la Casa Blanca empezaron a surgir. Informes indican que la administración de Trump está preocupada por el “acercamiento excesivo” de Argentina a China, con importaciones desde ese país que alcanzaron más de 13.000 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2025, un aumento del 66% en comparación con el año anterior.

Es interesante notar que la decisión de Milei de no viajar también está ligada a conflictos internos con la Asociación del Fútbol Argentino, en medio de su firme defensa de las Sociedades Anónimas Deportivas.

Un punto suspensivo en la relación

La suspensión de ambos viajes podría estar indicando tensiones en la relación entre Milei y Trump, que en sus inicios parecía mucho más fuerte, caracterizada por elogios y abrazos en Mar-a-Lago. Bessent había sido clave en la activación parcial del swap en octubre, considerándolo una “línea de crédito valiosa” para ayudar a estabilizar el peso argentino.

Sin embargo, algunos bancos privados estadounidenses han mostrado resistencia a ofrecer un rescate adicional de 20.000 millones de dólares a Argentina debido a la falta de garantías. Todo esto, sumado a las cancelaciones y la lenta concreción de un acuerdo de libre comercio entre Argentina y Estados Unidos, señala un posible cambio en la postura de Washington.

En el contexto político de EE. UU., el reciente cierre parcial del gobierno complicó aún más la disponibilidad de recursos, mientras Bessent defendía el rescate argentino como fundamental a pesar de las críticas por priorizarlo sobre necesidades domésticas.

Para muchos, la ausencia de Bessent podría atrasar anuncios sobre nuevas facilidades crediticias justo cuando el Congreso estaba a punto de discutir el presupuesto de 2026 y la reforma laboral. El clima político se siente tenso y con múltiples aristas que podrían afectar no solo a ambos países, sino también a la situación económica argentina en general.

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