En Argentina, el contribuyente enfrenta altos impuestos y tasas

Según un reciente estudio de una consultora, Argentina se posiciona como el país con la mayor presión fiscal en el sector formal entre 30 naciones de la OCDE. Lo curioso es que acá, las tasas municipales son tan pesadas como los impuestos provinciales. Los tributos como ingresos brutos y la tasa de seguridad e higiene se calculan sobre los ingresos de los contribuyentes, lo que puede generar un gran peso en el día a día de los pequeños y medianos empresarios.

A partir de datos de la Unión Industrial Argentina (UIA), Focus Market, liderada por Damián Di Pace, destacó que hay 85 tasas municipales que los contribuyentes deben abonar en sus jurisdicciones, muchas veces solapadas con impuestos provinciales. Esto desata una confusión que afecta tanto a negocios como a consumidores.

En este contexto, se estima que el 35% de los contribuyentes enfrenta una doble imposición con el impuesto sobre los ingresos brutos. Además, se ha observado que las industrias pagan un promedio de 7,4 tasas. En muchas localidades, los comerciantes se ven obligados a tributar 2 o más tasas. Sin embargo, la gran mayoría, ¡un 81%, no recibe contraprestación real de servicios, mientras que el 51% considera que no hay correspondencia entre lo que paga y lo que recibe.

En cuanto a las provincias, algunas como Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa y Córdoba destacan por tener más tasas municipales por empresa. Esta situación crea un desafío considerable para el sector.

La mirada de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC)

Frente a este panorama, la CAC hace un llamado a las jurisdicciones para que no aumenten los impuestos y, de ser posible, reviertan los ajustes recientes. Hacen hincapié en la necesidad de eficiencia en el gasto y de combatir la evasión fiscal para poder reducir la carga tributaria progresivamente.

Es fundamental no perder de vista que, si esto continúa de esta manera, la situación puede convertirse en un círculo vicioso de deterioro para las finanzas públicas. Un cambio gradual es lo que se sugiere, sin comprometer el equilibrio fiscal. Por ejemplo, la reducción de derechos de exportación en ciertos productos agrícolas es una medida que se alinea con estos objetivos.

Cada día, este tema se convierte más relevante en las charlas cotidianas de los argentinos, especialmente para aquellos que llevan adelante un comercio o una pequeña empresa. La complejidad del sistema tributario local puede ser abrumadora, pero entender cómo funciona es el primer paso para poder navegarlo mejor.

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