Al salir de Migraciones alrededor de las 23 horas, Icardi y Suárez fueron recibidos por una multitud de periodistas y cámaras, que no dejaron de seguirlos hasta que llegaron al automóvil que los llevó a la famosa casa de los sueños de Wanda Nara. Esta propiedad, finalmente adquirida por Icardi, será el hogar para que la China disfrute de la vida junto al futbolista.
En contraste con la actitud relajada y sonriente de la China Suárez, Icardi se mostró serio y distante, como es habitual en él con la prensa. El futbolista, siempre fiel a su carácter reservado, no se dejó llevar por la emoción del momento, mientras que la actriz se mostró más abierta y amigable.
La llegada no pasó desapercibida, y algunos de los presentes en el aeropuerto no perdieron la oportunidad de gritar el nombre de ¡Wanda! ¡Wanda!, demostrando que la figura de su ex esposa sigue siendo la favorita del público local.
A pesar de los intentos por mantener un perfil bajo, el regreso de Icardi y la China a Argentina estuvo marcado por la atención de los medios, que captaron cada momento de su llegada. Este nuevo capítulo en la vida de la pareja promete seguir generando interés en el ámbito del espectáculo.
