el punto de no retorno que activaría compras según luis caputo
El dólar sigue subiendo y, con él, la tensión en el panorama político. Estamos en un momento crucial para el régimen de bandas cambiarias, especialmente después del reciente aumento del tipo de cambio oficial, que se acerca peligrosamente a los $1.400.
Este nivel es clave porque se aproxima al techo superior de la banda, que se proyecta en $1.482 para fines de septiembre. Para los economistas, e incluso para el mismo Gobierno, este punto puede ser peligroso. Hay una referencia a una cotización que, de superarse, podría disparar la demanda y marcar el “punto de no retorno”, donde el esquema ya no podría contener las expectativas de devaluación.
Con el Banco Central bajo presión para mantener la estabilidad en un contexto preelectoral, la sostenibilidad del régimen se encuentra en jaque. Nadie puede ignorar las restricciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), ni la creciente desconfianza en el mercado. El diseño de las bandas, con un piso descendente y un techo creciente, intenta encontrar un balance entre la escasa acumulación de reservas y una flotación controlada. Sin embargo, el aumento a la zona de los $1.400 muestra las limitaciones claramente, ampliando la incertidumbre y ensanchando la brecha entre los extremos.
Carlos Melconian y Marina Dal Poggetto marcan el “punto de no retorno” del esquema
El tipo de cambio real está afectando la competitividad de nuestras exportaciones y acentuando una recesión que ya es palpable. Economistas como Carlos Melconian son críticos respecto a la viabilidad de este régimen. Aseguran que el tipo de cambio actual es insostenible y que no refleja un mercado libre, sino un control artificial que genera escasez de equilibrio. Melconian señala que si el dólar supera los $1.450-$1.500, el esquema podría colapsar, provocando una devaluación después de las elecciones, con un ajuste de al menos un 20%. Esto traería consigo un incremento inflacionario mensual del 1,5% al inicio, cumulado en el corto plazo.
Por su parte, Marina Dal Poggetto destaca que la apreciación del tipo de cambio real coloca al dólar oficial en un umbral crítico. Si se supera la cifra de $1.450, el esquema se desestabilizaría y eso podría reavivar la inflación, además de requerir intervenciones que podrían contradecir las cláusulas del FMI.
El dólar futuro como precursor del desarme de las bandas
Los contratos de dólar futuro en el mercado ROFEX anticipan un tipo de cambio que supera los techos oficiales: $1.482 en septiembre, $1.497 en octubre, y así sucesivamente hasta alcanzar cifras de $1.500-$1.550 para finales de año. Estas proyecciones hablan de una prima de riesgo que refleja la incapacidad del BCRA para defender los $1.450 sin tener que realizar ventas masivas de reservas, lo que podría abrir la puerta a una oleada de especulación.
La cercanía del dólar a estos valores críticos transforma cada subida en una señal de alerta, sobre todo en un contexto donde podría reactivarse la inflación. Desde el Gobierno, insisten en que están decididos a evitar que el dólar oficial supere los $1.450, priorizando la estabilidad de cara a los comicios que se acercan.
Entre las medidas que se están considerando están las intervenciones puntuales en el mercado cambiario y un endurecimiento de los controles financieros para atajar la demanda especulativa. Pero, surgen muchos desafíos. Una cláusula confidencial en el acuerdo con el FMI, firmado por u$s20.000 millones, limita las ventas de reservas para sostener el tipo de cambio. Esto deja al BCRA en una encrucijada: actuar podría violar el pacto, mientras que no hacerlo puede llevar a una devaluación descontrolada.
La advertencia de Domingo Cavallo y su propuesta
Domingo Cavallo ha criticado recientemente lo que él llama “improvisaciones del equipo económico”. Define un “punto de no retorno” como el momento en que el dólar oficial se acerca al techo de la banda sin las reservas para respaldar el pasivo del BCRA. Advierte que, si se supera los $1.450, sin una convertibilidad libre y con prohibición de emisión para financiar déficit, el esquema podría colapsar, estancando la economía o profundizando la recesión.
Otros economistas, como Iván Carrino y Hernán Letcher, refuerzan la idea de fragilidad. Coinciden en que $1.450 representa un umbral donde las bandas pierden eficacia, lo que expone al gobierno a dilemas con el FMI, drenaje de reservas y presiones políticas.
Uno de los caminos que se está considerando, aunque difícil, es abandonar el esquema actual de bandas cambiarias. Fuentes cercanas al equipo económico sugieren que eliminar el techo fijo podría desarmar la especulación que empuja al BCRA a vender reservas al límite. Pero, esto conlleva grandes riesgos. Una flotación más libre podría hacer que el dólar se dispare y presione a la inflación, complicando aún más la imagen pública del Gobierno. Por lo tanto, los $1.450 no son solo un límite técnico, sino también un punto de inflexión política donde la percepción de control económico juega un papel crucial.