El papa León XIV, Robert Prevost, ha forjado un vínculo especial con la parroquia San Agustín en Mendoza. Este nuevo pontífice no solo es conocido por su cercanía al ex-papa Jorge Bergoglio, sino que también ha mantenido una profunda conexión con América Latina, donde ha servido durante décadas. Nacido en Estados Unidos, Prevost también obtuvo la ciudadanía peruana y ha dedicado gran parte de su vida a la misión en esta región.
Su relación con la parroquia San Agustín, ubicada en el Barrio Bombal de Mendoza, es destacada. Esta parroquia pertenece a la Orden de San Agustín (OSA), congregación que Prevost ingresó en 1977 y de la cual fue elegido superior general posteriormente.
Visitas a la Parroquia San Agustín
Durante su gestión como líder de la orden, Prevost visitó en varias ocasiones la parroquia mendocina, donde conoció al actual párroco, Julio Ríos. Ríos recordó cómo compartieron momentos significativos cuando Prevost era superior general, afirmando: Hemos tenido la suerte de poder compartir con él, en momentos de formación y estudio en preparación a recibir los votos religiosos y la ordenación sacerdotal.
El párroco también valoró la sencillez y compromiso de Prevost, destacando que sus visitas eran ocasiones de gran alegría para la comunidad. Era un hombre muy bueno, muy cercano a nosotros, expresó Ríos, quien se mostró sorprendido y a la vez contento por la elección de su antiguo compañero como papa.
Un Orgullo para la Orden de San Agustín
Para los miembros de la Orden de San Agustín, el nombramiento de León XIV representa un motivo de orgullo, ya que es el primer papa en la historia surgido de esta congregación. Su labor en América Latina, combinada con un enfoque social, ha sido clave en su trayectoria. Actualmente, los agustinos llevan a cabo actividades en más de cuarenta países, dedicándose a la educación, misiones y trabajo social.
Ríos reflexionó sobre el nuevo rol del papa como servidor del pueblo de Dios, señalando que su experiencia como misionero será fundamental para su liderazgo. La Iglesia te puede encomendar servicios, y él ahora está en un cargo de absoluto servicio, comentó, enfatizando la importancia del trabajo realizado en comunidades necesitadas durante su tiempo como misionero.
El vínculo de León XIV con Mendoza y su historia con la parroquia San Agustín son un reflejo de su compromiso con la comunidad y su dedicación a la fe, lo que seguramente influirá en su pontificado. Su elección ha traído esperanza y alegría a aquellos que lo conocen y han compartido momentos significativos a lo largo de su trayectoria.
