el método que organiza la distribución de bancas en el Congreso

Este método se aplica exclusivamente en las elecciones de diputados nacionales, pero también se utiliza para distribuir legisladores provinciales y concejales municipales. Es importante resaltar que en el caso de senadores, la regla es diferente: allí se recurre a un sistema mayoritario.

El origen y objetivo del método D’Hondt remonta a fines del siglo XIX, creado por el matemático belga Víctor D’Hondt. Su intención fue reflejar de manera más equitativa la voluntad del electorado. El principio básico consiste en dar a cada fuerza política un número de bancas proporcional a su desempeño en las elecciones, evitando que solo las mayorías acaparen todos los cargos. Así, busca que todas las voces tengan representación.

Según el Código Nacional Electoral, para que un partido o frente participe en esta distribución, debe haber conseguido más del 3% de los votos válidos emitidos en su distrito. Esto asegura que solo las fuerzas más relevantes tengan acceso a las bancas.

El procedimiento de reparto

Para llevar a cabo el cálculo, se utiliza la cantidad total de votos de cada lista que supera el umbral del 3%. Luego, se dividen sucesivamente esos votos por 1, 2, 3, 4 y así sucesivamente, hasta llegar al número de bancas a distribuir en el distrito.

Una vez que se obtienen todos los resultados, llamados cocientes, se ordenan de mayor a menor y se asignan las bancas a las listas con los mayores valores hasta completar el total de escaños disponibles. Así, cada voto cuenta y se hace más justa la representación.

Ejemplo práctico: cinco bancas en juego

Imaginemos que en una provincia hay que repartir cinco bancas de diputados nacionales y cuatro listas han superado el 3% de los votos. Las listas son:

  • Partido A: 150.000 votos
  • Partido B: 120.000 votos
  • Partido C: 100.000 votos
  • Partido D: 30.000 votos

Cada lista se divide hasta cinco veces, que es la cantidad de bancas en disputa:

  • A: 150.000, 75.000, 50.000, 37.500, 30.000
  • B: 120.000, 60.000, 40.000, 30.000, 24.000
  • C: 100.000, 50.000, 33.333, 25.000, 20.000
  • D: 30.000, 15.000, 10.000, 7.500, 6.000

Seguido de esto, se ordenan los cocientes de forma descendente hasta completar las cinco posiciones para las bancas:

  • 150.000 (A)
  • 120.000 (B)
  • 100.000 (C)
  • 75.000 (A)
  • 60.000 (B)

El número más bajo entre los seleccionados, 60.000, se llama “cifra repartidora”. Esta cifra se utiliza para determinar cuántas veces cabe dentro del total de votos a cada partido, definiendo así cuántas bancas recibe cada uno. Así, el Partido A obtiene dos bancas, el Partido B también dos, mientras que el Partido C obtiene una banca. En cambio, el Partido D no alcanza representación.

Un sistema que combina matemática y política

El método D’Hondt tiene el objetivo de equilibrar la representación legislativa, garantizando que los votos de las minorías también sean tenidos en cuenta. Sin embargo, su implementación favorece, en cierto modo, a los partidos más grandes, ya que los cocientes más altos suelen concentrarse entre aquellos que cuentan con mayor apoyo.

Desde su llegada a Argentina tras la restauración democrática, este sistema se ha vuelto fundamental en el engranaje electoral, influyendo en la composición del Congreso Nacional cada dos años. La matemática y la política se entrelazan, mostrando que cada voto es importante en la búsqueda de una representación más justa y equitativa.

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