El futuro del auto eléctrico depende de los clientes, dice automotriz

La industria automotriz está en plena transformación. Mientras avanza la electrificación en diversas partes del mundo, cada región tiene su propio ritmo. Hay países donde la infraestructura es limitada, otros con diferencias notables en el poder adquisitivo, y normas ambientales que varían, lo que lleva a los fabricantes a ajustar sus planes. Esto incluye a aquellos que inicialmente se comprometieron a una transición rápida hacia vehículos eléctricos.

En este contexto, Volvo ha decidido modificar sus proyecciones para el final de esta década. Aunque había prometido ser 100% eléctrica para 2030, ahora plantea un rango que va del 90% al 100% de sus ventas con modelos electrificados. Esto incluye tanto vehículos eléctricos puros como híbridos enchufables, dejando un pequeño espacio para los híbridos ligeros.

Fredrik Hansson, director financiero de Volvo Cars, dejó en claro la postura de la marca en una entrevista. “Estamos listos para ser eléctricos cuando nuestros clientes lo estén. Pero también sabemos que el desarrollo es diferente en cada región. Por eso necesitamos un puente más largo”. Esto refleja la realidad de que la electrificación es el camino a seguir, pero no todos los lugares avanzan al mismo paso.

Los planes de Volvo para una electrificación completa

Este cambio también tiene implicaciones financieras y operativas. Volvo busca un margen operativo superior al 8% a largo plazo, un salto significativo respecto al 5,6% del año pasado. Para alcanzar esta meta, la empresa implementará un programa de reducción de costos de aproximadamente 1.900 millones de dólares, además de estrechar la colaboración con su principal accionista, Geely.

La revisión del calendario no es algo nuevo. En 2023, Vanessa Butani, responsable de sostenibilidad en Volvo, había expresado que comenzaron a “reducir las ambiciones” respecto al objetivo de ser completamente eléctricos. Reconocía que, aunque estaban listos para ese cambio, “el mercado no está realmente con nosotros”, lo que anticipaba la necesidad de un enfoque más flexible, algo que ahora se formaliza.

A pesar de estos ajustes, Volvo sostiene su compromiso con el medio ambiente. La marca aspira a que entre el 90% y el 100% de sus ventas en 2030 sean vehículos electrificados. Además, sigue apoyando la iniciativa de la Unión Europea para comercializar únicamente autos de cero emisiones a partir de 2035. Según Volvo, este horizonte sigue siendo viable si existe estabilidad regulatoria y mayor apoyo a la infraestructura.

Este reposicionamiento no es una excepción; refleja una tendencia más amplia en la industria. Otros fabricantes como Mercedes-Benz, Volkswagen y Ford también han modificado sus tiempos, inversiones y lanzamientos. La electrificación es el rumbo, pero el enfoque y la manera de avanzar pueden variar.

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