El FMI y la Deuda Argentina: Desafíos a Partir de 2026
A partir de 2026, Argentina enfrentará vencimientos de deuda en moneda extranjera que serán significativamente elevados. El apoyo de organismos internacionales ha sido crucial para el gobierno argentino, proporcionando un colchón de dólares que permite defender el nuevo esquema cambiario y alivia la carga sobre la cuenta capital. Sin embargo, desde el próximo año, los pagos de la deuda se tornarán complicados, obligando al Banco Central (BCRA) a acumular reservas de manera sostenida y a buscar financiamiento en el mercado internacional para rollear los pasivos.
Recientemente, el equipo económico de Luis Caputo firmó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un total de u$s20.000 millones, de los cuales u$s15.000 millones se desembolsarán en 2025. A esto se sumarán u$s6.100 millones de otros organismos y u$s2.000 millones provenientes de un Repo con bancos.

Perspectivas de Vencimientos de Deuda
Gracias a estos acuerdos, la cuenta capital del Sector Público Nacional ha pasado de un déficit esperado a un superávit de u$s12.600 millones, despejando así el panorama para este año en términos de vencimientos. Sin embargo, las perspectivas futuras son mucho más desafiantes. El nuevo acuerdo con el FMI contempla un periodo de gracia de cuatro años y medio, durante el cual no se realizarán pagos, aunque aún deberán cumplirse las obligaciones correspondientes a la renegociación de 2022, liderada por el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán.
Un estudio realizado por la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia indica que entre 2026 y 2028, los vencimientos netos en moneda extranjera alcanzarán un promedio anual de u$s28.000 millones. Este monto es comparable al stock actual de Reservas Brutas, menos los encajes por los depósitos en dólares.
Obligaciones Futuras y el Rol del BCRA
A partir de 2029, comenzarán a solaparse los pagos de los últimos acuerdos con el FMI, lo que elevará las obligaciones a aproximadamente u$s25.000 millones en ese año y se mantendrán por encima de los u$s20.000 millones anuales hasta 2032. Para el BCRA, esto implica la necesidad urgente de acumular divisas, algo que, según el análisis, podría no ser viable en el corto plazo.
El entorno actual sugiere que la balanza de bienes podría verse presionada por el incremento de las importaciones, mientras que el déficit de servicios parece difícil de revertir pronto. La clave del financiamiento recaerá en la cuenta capital, especialmente en el acceso al financiamiento del sector privado, dado que los organismos internacionales ya han hecho su parte.
El FMI ha expresado su esperanza de que la implementación del programa acordado con Argentina y la acumulación temprana de reservas reduzcan el riesgo país, facilitando así el acceso a los mercados internacionales de capital en condiciones más favorables a principios de 2026. Sin embargo, se estima que el riesgo país debería situarse entre 450 y 500 puntos básicos, un nivel que no se ha visto desde 2018.
Vaca Muerta como Potencial Solución
De cara a finales de la década, las exportaciones de Vaca Muerta se perfilan como la única fuente capaz de proporcionar los dólares necesarios a la cuenta corriente. Representantes de YPF han pronosticado que sus exportaciones energéticas podrían alcanzar los u$s40.000 millones anuales hacia 2030, en comparación con los u$s10.000 millones en 2024. Si esto se materializa, YPF podría convertirse en la principal empresa exportadora del país, superando a las grandes cerealeras.
Desafíos en la Defensa del Nuevo Esquema Cambiario
Con la llegada de los fondos de los organismos, el gobierno de Javier Milei ha implementado un giro radical en su política monetaria, abandonando el crawling peg del 1% mensual que favorecía la apreciación del peso. La nueva estrategia incluye un esquema de bandas de flotación para el tipo de cambio, estableciendo un rango entre $1.000 y $1.400.
El BCRA podrá utilizar los dólares ingresados para defender el valor más alto de la banda. Sin embargo, el mismo presidente Milei ha anunciado que el BCRA no comprará dólares dentro de la banda, sino solo en el piso, lo que podría complicar la estrategia de acumulación de reservas.
El acuerdo con el FMI establece un objetivo de acumulación de reservas netas de más de u$s9.000 millones hasta diciembre próximo, excluyendo los desembolsos de organismos. Si el BCRA no logra comprar divisas, deberá cumplir con sus obligaciones utilizando los recursos que provienen del organismo.
En un escenario donde el tipo de cambio no alcanza el piso de la banda y no hay acceso inmediato al mercado de deuda, se prevé que el BCRA, o en su defecto, el Tesoro, compre dólares dentro de la banda para acumular reservas.