El dólar y el riesgo de la pérdida de reservas del FMI

La velocidad de los acontecimientos en la economía está subiendo. El famoso “plan aguantar” del Gobierno, que debía sostener el esquema cambiario hasta las elecciones, claramente está en crisis. Apenas cinco semanas y media antes de las legislativas, el Banco Central cruzó la línea roja y comenzó a intervenir directamente en el mercado. En solo dos días, se vendieron u$s432 millones, y la presión sobre el dólar se intensifica, amenazando con una fuga acelerada de reservas.

En la city, muchos creen que el régimen de bandas ha llegado a su fin. Consultoras y bancos están especulando sobre qué vendrá después. La consultora 1816, bastante reconocida, ha mencionado tres posibles caminos: una flotación libre sin bandas, una devaluación seguida de un tipo de cambio fijo o el regreso del cepo cambiario, que ya ha mostrado signos de reactivación. En todos los escenarios, el dólar se proyecta más alto.

Esta expectativa genera una mayor demanda. Con el temor de que el régimen de bandas se disuelva, muchos buscan “anticiparse” y aprovechar el precio subsidiado que fija la intervención oficial. Cuanto más se acerque la fecha de las elecciones, más fuerte será esta presión.

Otro factor relevante es la vuelta de la brecha cambiaria. Aunque todavía no es extensa, puede permitir que algunos busquen arbitrajes beneficiosos entre las diferentes cotizaciones. Por ejemplo, el dólar contado con liquidación (CCL) se ubicó en $1.564,10, casi $90 sobre el tipo de cambio mayorista. Esto produce márgenes del 6% y 3.7%. Sin cepo para muchos, la situación se asemeja a un “rulo vip infinito”, tal como lo describió un operador del sector.

En cuanto a la oferta, el ministro de Economía, Luis Caputo, se mostró firme: “vamos a vender hasta el último dólar en el techo de la banda”. Sin embargo, este mensaje, más que tranquilizador, genera dudas en un entorno tan volátil. Caputo se comprometió a brindar garantías a los bonistas que liquidan sus tenencias, mientras el riesgo país se eleva a 1.454 puntos básicos.

Por su parte, las reservas provenientes de los u$s14.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI) comienzan a desvanecerse ante la presión por mantener el techo del dólar. La metodología del FMI indica que las reservas netas son negativas, y esas divisas alquiladas se están evaporando rápidamente.

El Banco Central, por su parte, decidió implementar nuevas restricciones cambiarias para directores y accionistas de entidades financieras, en un intento de controlar la situación. Sin embargo, esto no afecta a la mayoría, generando aún más presión para acceder al dólar oficial.

La realidad es que el Gobierno enfrenta un escenario complejo día tras día. Tendrá que ver si logra que surja algo de oferta privada, que calme un poco las aguas y brinde un respiro después de haber gastado grandes sumas. El riesgo es claro: una fuga acelerada de las reservas podría llevar a una economía aún más frágil, intensificando la liquidación de bonos soberanos y ahondando la recesión.

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