El dólar oficial avanza y se aproxima al blue
El dólar en Argentina se encuentra en un momento interesante. Actualmente, el dólar mayorista cotiza a $1.442, mientras que el tipo de cambio informal gira en torno a los $1.445. Con la semana de Navidad a la vista, la banda superior del tipo de cambio se posiciona en $1.511,48, un periodo que suele ser muy activo debido al cobro de aguinaldos.
En este escenario, el tipo de cambio minorista en el Banco Nación se encuentra en $1.465. Esto nos da una idea de cómo se están comportando las distintas cotizaciones, especialmente con la inflación latente y las fiestas que se aproximan.
Los analistas del mercado son un poco más optimistas. Consideran que el tipo de cambio se mantendrá controlado. De hecho, los contratos futuros de dólar apuntan a que hasta mayo, la curva seguirá alineada con la banda superior. Se prevé que después de la segunda mitad del próximo año, podríamos ver un avance más moderado.
Hablando un poco más de números, el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) indica que el tipo de cambio esperado para fin de año es de $1.473. Para diciembre de 2026, se estima que llegará a $1.720, lo que sugeriría un incremento del 16,8%. Esto muestra que, aunque el dólar se encuentra contenido en este momento, hay proyecciones de que podría haber cambios a mediano y largo plazo.
Al mismo tiempo, conviene fijarse en el comportamiento reciente de la demanda de dólares. Según el Banco Central (BCRA), la demanda de dólares de los individuos cayó drásticamente después de las elecciones. En noviembre, la compra neta fue de alrededor de u$s1.100 millones, apenas una fracción de los u$s5.300 millones de octubre. Este cambio revela un comportamiento diferente entre los ahorristas, que desde abril operan sin muchas restricciones.
El vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, mencionó que hay una clara desaceleración en la presión compradora sobre el mercado cambiario. Es interesante ver cómo la historia de ajustes cambiarios durante años electorales afectó la confianza en 2025. Los ahorristas están más cautelosos, a pesar del contexto económico.