El crédito al consumo disminuyó en noviembre a pesar de la baja de tasas
Si bien durante noviembre hubo una baja en las tasas de interés pasivas, es importante señalar que este efecto no se vio reflejado en igual medida en las tasas activas. Esto significa que, aunque la situación parece mejorar un poco, la realidad sigue siendo compleja.
A pesar de la disminución en las tasas en pesos tras el reciente triunfo electoral, el aumento en el costo de vida ha limitado la oferta de préstamos. El resultado fue que en noviembre no hubo un crecimiento notable en los préstamos en pesos, principalmente debido a la rigidez en las condiciones para los créditos al consumo. Esto se da en un contexto donde la morosidad entre las familias ha llegado a niveles alarmantes, alcanzando el punto más alto desde 2006 a fines del tercer trimestre.
Según datos de la consultora LCG, los préstamos en pesos experimentaron una caída del 0,4% real en noviembre, luego de un leve aumento en octubre. Al desglosar los números, se observa que el crédito al consumo fue el principal responsable de esta baja, con un descenso del 1,2% mensual real. En octubre, por su parte, había mostrado un crecimiento del 1,3%.
El comportamiento de las tasas activas
En noviembre, las tasas activas de adelantos comenzaron a ofrecer algo de respiro y se encontraron apenas por encima de la inflación interanual. Sin embargo, las tasas de los préstamos personales siguen siendo bastante rígidas. Desde First Capital Group, también se observa que, aunque las tasas pasivas se moderaron, el impacto aún no se traslada completamente a las tasas activas. Esto representa un obstáculo significativo para que los consumidores se animen a solicitar créditos nuevamente, como señala Guillermo Barbero de Alyc.
Un panorama complicado para el consumo
El interés en el crédito al consumo, que había sido motor del crecimiento durante 17 meses, parece estar estancándose. Especialmente en lo que respecta a los préstamos personales, que han experimentado su segunda baja seguida, con un retroceso del 0,7%. Las tarjetas de crédito, sin embargo, fueron las que más cayeron, con un descenso del 1,7%. En este sentido, Barbero comenta que este tipo de empréstito había sido uno de los más dinámicos en meses anteriores, contribuyendo con un gran volumen de crecimiento.
Aumento de la morosidad en el horizonte
Con respecto a la morosidad, Barbero subraya que el incremento en los últimos meses ha restringido la oferta de crédito y ha afectado la disminución de las tasas. Cada vez más, el incumplimiento de pago se hace presente. Un informe de Investigaciones Económicas Sectoriales advierte que la irregularidad en los créditos destinados a familias alcanzó un 10,1% hasta el 30 de septiembre, marcando un aumento significativo desde el año anterior y el mayor porcentaje desde 2006.
Recentes datos del Banco Central indican que la morosidad en los hogares ha crecido del 6,6% al 7,3%, lo que representa el mayor aumento que la entidad ha registrado desde enero de 2010. Este es el undécimo incremento consecutivo en la tasa de irregularidad de créditos, lo que pone de relieve la fragilidad de la situación económica que enfrenta el país.