El BCRA evalúa eliminar los cheques físicos y su impacto económico
La posible eliminación de los cheques de papel en el futuro cercano traería consigo un gran desafío para la economía informal en Argentina. Este tipo de cheque, en particular los cheques de pago diferido, son una herramienta fundamental para muchas pequeñas empresas.
Estos cheques permiten que una empresa le pague a un proveedor con un plazo de 15, 30 o 60 días. El proveedor, a su vez, puede poner ese cheque en circulación entre otros proveedores. Al final, quien recibe el cheque lo cobrará al vencer el plazo, pero durante ese tiempo no queda claro cuántas manos pasaron el cheque.
Desde la pandemia, el uso de los cheques físicos ha ido disminuyendo, sobre todo con el protagonismo del echeq, la versión digital. En la actualidad, aproximadamente el 80% de los pagos se realizan de manera digital, según datos del Banco Central. Esto significa que aún hay un 20% de pagos en papel, que ya atraen la atención de la AFIP.
Recientemente, Santiago Bausili, presidente del BCRA, anunció que están trabajando en medidas para eliminar los cheques físicos. Esto se da en un contexto de debate sobre un impuesto a las extracciones de efectivo de los bancos, propuesta por el economista Emmanuel Álvarez Agis. Se espera que este nuevo impuesto permita eliminar el Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios, que encarece la bancarización y fomenta la informalidad.
Esta iniciativa podría simplificar parte de la operación irregular sin necesidad de sumar un nuevo impuesto. Es interesante notar cómo la economía irregular se está moviendo hacia el ámbito digital.
La economía irregular se traslada al mundo virtual
Hasta hace poco, gran parte de la economía informal en Argentina dependía de los cheques de papel. Con la llegada de la pandemia, muchos comerciantes tuvieron que adaptarse y empezaron a utilizar billeteras virtuales para gestionar pagos y cobros. Este fue el momento clave donde se potenció su uso.
Sin embargo, los contadores advierten que, aunque las empresas que manejan estos pagos son agentes informantes para la AFIP, la cantidad de datos generados se vuelve difícil de manejar. Un contador comentó que, al revisar un resumen de una billetera virtual, resulta complicado asignar esos créditos a facturas específicas.
La tarea de la AFIP debería ser verificar que no existan inconsistencias entre los pagos recibidos en cuentas virtuales y la facturación del contribuyente. Mientras que en los resúmenes bancarios se puede identificar fácilmente el número de cheque, hacerlo en las billeteras virtuales es más complicado.
El cierre del nuevo circuito informal
Para resolver el enredo que generan las billeteras virtuales en el flujo de dinero, tanto el declarado como el no declarado, sería útil aplicar software de Inteligencia Artificial. Esto permitiría distinguir a cuál factura corresponde cada cobro. Se dice que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires está trabajando en esta dirección para ayudar a la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) en la fiscalización.
La mirada de un tributarista
Sebastián Domínguez, CEO de SDC Asesores Tributarios, afirmó que el plan del BCRA para avanzar hacia un sistema sin cheques físicos no es solo una modernización operativa, sino que tiene profundos efectos tributarios. La eliminación del cheque físico mejoraría la trazabilidad, facilitaría la fiscalización y aumentaría la recaudación.
También mencionó que el Gobierno busca reducir impuestos aumentando la cantidad de contribuyentes y las bases imponibles. Eliminar el cheque físico podría ser un paso hacia ese objetivo.
Según Domínguez, los efectos de esta medida incluirían:
- Reducción de la evasión en pagos no trazables.
- Exteriorización de ingresos que antes se manejaban con cheques al portador.
- Mayor cumplimiento tributario debido a la trazabilidad.
- Fiscalización más efectiva.
Como resultado, esto podría beneficiar la recaudación de tributos provinciales y municipales, permitiendo evaluar reducciones impositivas sin perjudicar las finanzas públicas.