El anhelo de un mundo sin sindicatos

El exministro de Trabajo, José Armando Caro Figueroa, acaba de expresar sus preocupaciones sobre la reforma laboral que está promoviendo el gobierno de Javier Milei. Según él, este proyecto “no satisface todas las necesidades” del país y presenta importantes diferencias con las reformas que se implementaron en sus años de gestión.

Caro Figueroa señala que la propuesta del gobierno parece enfocarse principalmente en resolver ciertos problemas de industrias específicas y del sector de servicios, principalmente en la zona núcleo del país. Esto, a su juicio, ignora las realidades productivas y laborales de otras regiones, como el Norte Grande argentino, donde las necesidades son muy distintas.

Sindicatos, negociación y el contraste con la era Menem

Un punto crucial en su análisis es el papel que le asigna la reforma a los sindicatos. Él sostiene que detrás de este proyecto hay una visión errónea del sistema laboral argentino. “Quien diseña esto parece soñar con un mundo sin sindicatos. Y esto es un error. Deben existir sindicatos, porque así lo manda nuestra Constitución. Tienen que ser más democráticos y transparentes, no castigados o asfixiados”, enfatiza.

Además, critica las maneras en que se intenta debilitar la fuerza gremial. Menciona que esto comienza con un intento de “paralizar todo tipo de huelgas” y de “ahogar la caja sindical”. A su modo de ver, los sindicatos no son un obstáculo para la productividad; al contrario, en momentos de conflicto, son esenciales para mantener la paz social, algo que todos los países deben cuidar.

Su comparación con los años noventa

Al comparar la reforma actual con la flexibilización laboral de los años noventa, Caro Figueroa destaca una diferencia clave: el método de implementación. “En mi gestión, entre 1993 y 1997, todas las reformas se lograron a través de un acuerdo tripartito, con participación de la CGT, la Unión Industrial y otros actores relevantes”, comenta.

Este proceso resultó en varias leyes importantes, como el Sistema de Accidentes de Trabajo y la legislación para Pequeñas y Medianas Empresas. Según él, el actual gobierno parece querer retomar algunas de estas medidas, pero de manera parcial.

En su opinión, una reforma laboral que realmente impacte necesita surgir de un diálogo amplio entre el Estado, los empleadores y los trabajadores. Sin consenso y con una mirada limitada, el proyecto de hoy podría resultar ineficaz y afectar el sistema laboral argentino a largo plazo.

Botão Voltar ao topo