El gobierno de Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos para lograr el arresto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien se le atribuyen fuertes vínculos con el narcotráfico en su país y en México. La administración de Donald Trump ha decidido duplicar la recompensa para quienes aporten información que conduzca a su detención, pasando de 25 millones a 50 millones de dólares.
Esta decisión fue anunciada por la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, quien destacó que Maduro utiliza organizaciones terroristas como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa para introducir drogas y violencia en Venezuela. Bondi también mencionó que hasta la fecha, la DEA ha incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y sus cómplices, lo que representa una fuente crucial de ingresos para los cárteles.
Incautaciones y Amenazas a la Seguridad Nacional
Bondi precisó que se han incautado más de 700 millones de dólares en activos relacionados con Maduro, que incluyen aviones privados y vehículos. A pesar de estos esfuerzos, el régimen de terror de Maduro sigue en pie, y Bondi lo calificó como uno de los mayores narcotraficantes del mundo, representando una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
En un video, Bondi instó a quienes tengan información sobre Maduro a comunicarse con las autoridades, asegurando que bajo el liderazgo de Trump, el presidente venezolano no escapará de la justicia.
Acusaciones y Controversias
Nicolás Maduro ha sido acusado por Estados Unidos de conspiración narcoterrorista y tráfico internacional de cocaína desde 2020, en un caso poco común contra un jefe de Estado extranjero. A pesar de estas serias acusaciones, Maduro sigue en el poder, habiendo sido proclamado ganador de unas elecciones muy cuestionadas el año pasado.
Los recuentos alternativos, respaldados por organizaciones como el Centro Carter, indican que el opositor Edmundo González Urrutia habría ganado las elecciones con un 67 % de los votos, en contraste con el 30 % obtenido por Maduro. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza en el ámbito político venezolano.
Con la recompensa de 50 millones de dólares, Estados Unidos busca desmantelar la red de narcotráfico que rodea a Maduro y presionar para su detención, mientras la comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos en Venezuela.
