EEUU impone sanciones a Gustavo Petro

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el 24 de octubre de 2025 que el presidente colombiano, Gustavo Petro, fue sancionado por su supuesta participación en el comercio mundial ilícito de drogas. Según la información, Petro también tendría vínculos con organizaciones de narcotráfico. Esta noticia generó bastante revuelo y fue reportada oficialmente en la lista OFAC, que corresponde a la Oficina de Control de Activos Extranjeros.

La OFAC, liderada por Scott Bessent, destacó la decisión diciendo: “Designamos a Gustavo Francisco Petro Urrego conforme a nuestras facultades en la lucha contra el narcotráfico”. Además de Petro, estas sanciones también alcanzaron a su esposa, Verónica Alcocer, a su hijo Nicolás, y al ministro del Interior Armando Benedetti. Para muchos medios, esta medida parece ser parte de la estrategia de política internacional de Donald Trump hacia el Caribe.

El secretario del Tesoro explicó que, desde que Petro asumió el poder, la producción de cocaína en Colombia ha alcanzado niveles récord, lo que ha llevado a un aumento del tráfico hacia Estados Unidos y un grave problema de salud pública allí. La crítica es directa: el gobierno estadounidense culpa a Petro por hacer más difícil la lucha contra el narcotráfico.

En respuesta a las sanciones, Petro no tardó en manifestar su descontento en sus redes sociales. Dijo que había contratado a un abogado estadounidense y que planea enfrentar las sanciones. “Combatir el narcotráfico durante décadas, y hacerlo con eficacia, me ha traído esta medida del mismo gobierno que tanto ayudamos a reducir su consumo”, comentó Petro, reflejando su perspectiva. “Es toda una paradoja, pero no daré un paso atrás”, agregó.

El clima de tensión aumentó cuando Trump calificó a Petro de “matón” y “mal tipo” que produce “muchas drogas”. Estas declaraciones reavivaron las fricciones entre ambos gobiernos y llevaron a la suspensión de ayuda financiera por parte de Estados Unidos hacia Colombia.

Armando Benedetti también se mostró crítico en su cuenta de X, señalando que nunca ha pasado tiempo en la casa de un narcotraficante. “Para EE. UU., una declaración no violenta es lo mismo que ser un narcotraficante”, enfatizó, expresando su indignación y cerrando con un contundente “gringos, váyanse a casa”.

Así, el nuevo capítulo de la relación entre Colombia y Estados Unidos se nos presenta lleno de roces y desconfianzas, donde la lucha contra el narcotráfico continúa siendo un tema candente y complicado.

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