EEUU destruye embarcación de drogas en el Pacífico
Las autoridades estadounidenses han encendido las alarmas ante un aumento considerable de operaciones narcop en el norte de Sudamérica. Este martes, el ejército de EEUU llevó a cabo un nuevo ataque dirigidos a una supuesta embarcación vinculada con el narcotráfico, esta vez frente a las costas de Colombia, en el Pacífico oriental. Esta acción marca el octavo bombardeo aprobado por el presidente Donald Trump contra lo que se ha denominado una “narcolancha”.
En este ataque, el ejército estadounidense no ha proporcionado pruebas claras hasta el momento. Según un funcionario de EEUU, al menos dos personas que estaban a bordo de la embarcación murieron. Se trata de una situación compleja, ya que la falta de detalles puede generar confusión y dudas sobre el enfoque y las decisiones de la administración estadounidense.
Afortunadamente, no hubo bajas ni heridos entre el personal que realizó el operativo. Un alto oficial del Pentágono reafirmó que EEUU no ofrecerá refugio a quienes intenten introducir drogas en su territorio. “Los narco-terroristas que pretendan traer veneno a nuestras costas no encontrarán un puerto seguro en nuestro hemisferio”, enfatizó. Esta postura refleja la severidad con la que Washington está tratando de combatir este problema.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, utilizó sus redes sociales para explicar que el ataque respondió a información de inteligencia que identificó la embarcación como un medio de contrabando. “Bajo la dirección del presidente Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo un ataque cinético letal contra una organización designada como terrorista y dedicada al narcotráfico en el Pacífico Oriental”, relató en su perfil.
Los ataques previos de EEUU
Estos operativos, con el respaldo de Trump, comenzaron el 2 de septiembre de este año y se han cobrado la vida de al menos 32 personas. Las acciones comenzaron en el mar Caribe, frente a las costas de Venezuela, y han continuado en el Pacífico oriental.
Cabe destacar que algunos de los ocupantes de esas embarcaciones abatidas en operaciones anteriores eran colombianos. Un sobreviviente de un ataque reciente fue repatriado, al igual que otro de Ecuador. Sin embargo, ambos países no les han imputado cargos por narcotráfico, a pesar de las acusaciones de EEUU. La situación sigue siendo complicada, con múltiples aristas en juego y un claro llamado a la interconexión de las políticas locales e internacionales.