El sector agropecuario ha manifestado su descontento con el gobierno de Javier Milei, especialmente en lo que respecta a las retenciones. La promesa de eliminar los derechos de exportación ha quedado en el aire, lo que ha provocado un fuerte reclamo por parte de los productores rurales.
Ignacio Kovarsky, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), no dudó en calificar las retenciones como un robo que limita el desarrollo del campo argentino. En sus declaraciones, enfatizó que esta situación no ha cambiado, independientemente de quién esté en el poder.
Retenciones: una carga histórica para el agro
Kovarsky destacó que las retenciones representan un freno significativo para el crecimiento del sector agropecuario. Es un impuesto que ha impuesto un techo al desarrollo del país. No hemos logrado hacer entender esto a ningún gobierno, afirmó, refiriéndose a las dificultades que enfrentan los productores.
El dirigente también recordó que bajo el kirchnerismo, las retenciones eran acompañadas de regulaciones estrictas. A pesar de que actualmente existe más libertad para exportar, las cargas fiscales persisten, dificultando la competitividad de los productos argentinos en el mercado internacional.
Críticas a la gestión de Javier Milei
Kovarsky expresó su frustración al recordar que Milei prometió la eliminación inmediata de las retenciones. Sin embargo, lo que ha sucedido es que, en lugar de eliminar estos impuestos, el gobierno ha prorrogado su vigencia. Las bajas son parciales y ahora se espera hasta 2026 para una revisión en ciertos productos, lamentó.
El presidente de CARBAP también se refirió a las dificultades que enfrenta el sector tambero, señalando que aunque en años anteriores hubo un repunte, los costos actuales son insostenibles. La sustentabilidad se ve amenazada por un sistema que no permite la viabilidad económica de los productores, agregó.
La respuesta del gobierno
En medio de este clima de tensión, Guillermo Francos, jefe de Gabinete, defendió la política fiscal del gobierno, argumentando que los impuestos son necesarios para mantener el equilibrio fiscal. Siempre escuchamos el reclamo de los productores, pero es importante entender que el gasto y el equilibrio fiscal requieren de ciertos ingresos, enfatizó.
Francos también se refirió a la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y a la necesidad de diálogo con los gobernadores de provincias agropecuarias. Sin embargo, dejó claro que el gobierno no se apartará de su enfoque fiscal, independientemente de los reclamos del sector.
Impacto en la competitividad del sector
Kovarsky fue contundente al afirmar que las condiciones actuales hacen que exportar desde Argentina sea cada vez más complicado. Los impuestos y el tipo de cambio desfavorable nos sacan del juego. Comparado con países como Uruguay y Brasil, donde no hay retenciones, nuestra situación es insostenible, afirmó.
Además, el dirigente resaltó que el impacto de las políticas económicas en el sector lechero es significativo. Los costos han aumentado considerablemente, lo que pone en riesgo la rentabilidad de los tambos, especialmente en la zona núcleo, donde la agricultura es predominante.
Reflexiones finales sobre las retenciones
Las retenciones siguen siendo un tema polémico que genera un intenso debate entre el gobierno y el sector agropecuario. A medida que los productores continúan expresando su descontento, se plantea la pregunta: ¿Cómo se puede encontrar un equilibrio que beneficie tanto a la economía del país como a la rentabilidad del campo?
Es crucial que los actores involucrados dialoguen y busquen soluciones efectivas para mejorar la competitividad del sector agropecuario. Este es un momento clave para repensar políticas que puedan llevar a un desarrollo sostenible y equitativo en el campo argentino.
Si deseas profundizar más en este tema, te invitamos a seguir explorando y compartiendo esta información con quienes también se interesan en el futuro del agro. ¡Tu opinión es importante!
