Diferencias en el plan de Luis Caputo y éxito israelí
El nuevo esquema cambiario implementado por el equipo de Luis Caputo presenta similitudes con algunos de los planes de estabilización más exitosos de las últimas décadas. Sin embargo, existen tres diferencias clave que podrían llevar a resultados muy distintos.
Frente a las crecientes expectativas de devaluación y en el contexto de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno decidió, a mediados de abril, desechar el cuestionado crawling peg del 1% mensual, optando por un nuevo régimen de bandas de flotación. Este cambio implicó un aumento inicial de casi el 9% en el tipo de cambio oficial, lo que ha generado un nuevo panorama en el mercado cambiario.

Similitudes y diferencias con el modelo israelí de finales de los 80
Un informe del Instituto de Investigación de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires, elaborado por Joaquín Waldman, destaca que la fase 3 del plan de estabilización tiene similitudes con la desinflación israelí de 1985. En ese caso, después de un periodo de fijación cambiaria, se adoptó un esquema de bandas para flexibilizar el mercado cambiario y evitar una apreciación excesiva.
No obstante, el estudio subraya tres diferencias significativas. La primera es la amplitud de la banda; en Israel, el rango de fluctuación era del 6%, mientras que en Argentina se permiten movimientos de hasta un 33% respecto a los $1.200 centrales.
La segunda diferencia radica en los niveles de inflación iniciales. Israel implementó su esquema de bandas tras reducir la inflación de un 400% anual a un 20%, mientras que en Argentina, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo de 2024 muestra una variación superior al 50% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Por último, el IIEP destaca el nivel de atraso cambiario inicial. En Israel, el tipo de cambio se apreció cerca del 16% entre el inicio del plan y finales de 1988. En Argentina, la apreciación acumulada fue del 34%, lo que complica aún más el escenario actual.
Desafíos para el Banco Central y el futuro económico
Estas diferencias implican que el BCRA enfrentará mayores dificultades para comprar dólares en el piso de la banda, debido al menor valor real del dólar y a la caída más rápida de dicho piso por una mayor inflación. Waldman advierte que los planes de estabilización suelen conllevar riesgos significativos, incluyendo la relajación de la consolidación fiscal y problemas en el frente externo derivados de la apreciación cambiaria.
El economista también señala que el nuevo esquema de bandas representa una oportunidad para revertir la apreciación, lo que podría beneficiar al Gobierno al permitirle comprar divisas dentro de la banda y que el dólar suba. Sin embargo, la intervención actual está forzando una caída del tipo de cambio, lo que podría agravar la situación.
El titular de la consultora Outlier, Gabriel Caamaño, opina que la falta de acumulación de reservas es una decisión transitoria del oficialismo, motivada por un objetivo político en el camino hacia las elecciones legislativas de octubre. Con la creciente presión de pago de deuda a partir de 2026, tanto el Tesoro como el BCRA necesitarán acceder al mercado de cambios en el mediano plazo.
Intervención en el mercado de futuros y sus implicaciones
A pesar del ajuste inicial en el valor de la divisa tras la flexibilización del cepo, el oficialismo sigue considerando la apreciación cambiaria como fundamental para alcanzar su meta de desinflación, interrumpida en meses anteriores. En este sentido, el dólar ha estado cotizando más cerca del piso de la banda que del techo.
La intervención en el mercado de futuros ha generado movimientos extraños, con una caída de hasta el 10% en los contratos, lo que muchos interpretaron como una acción coordinada entre el Gobierno y el BCRA para que la baja en los futuros se refleje en el precio spot.
Para aquellos interesados en el impacto de estos cambios en el mercado cambiario, es crucial seguir las actualizaciones y comprender cómo estos ajustes pueden influir en la economía en general. La situación actual presenta tanto oportunidades como desafíos que requieren atención y análisis.