Diálogos de Wall Street: ¿Reabre la Discusión Comercial?
Las tensiones comerciales han vuelto al centro del debate, especialmente con las recientes declaraciones de Donald Trump sobre posibles aumentos en los aranceles. En un giro repentino, el presidente estadounidense parece haber cambiado de tono, pasando de anunciar bloqueos a hablar de avances positivos en las negociaciones con Europa. Este juego de palabras ha llevado a los mercados a experimentar altibajos, generando incertidumbre sobre la dirección futura de estas conversaciones.
Periodista: Trump insiste en agitar la suba de aranceles. Cerró con China y reabre la cuestión con la Unión Europea. El viernes dice que la negociación se empantanó, que no va a ningún lado. Y que recomienda aplicarle un gravamen de 50% a las importaciones desde el Viejo Continente. Hoy, cambió el tono. Por completo. ¿Cuán serio es todo esto? ¿Qué cabe esperar?
Gordon Gekko: Trump tuvo que pegar un puñetazo sobre la mesa para que Europa no lo durmiera indefinidamente. Esa es la verdad. Después de esa sobreactuación, el presidente tuvo una conversación muy agradable con Ursula Von der Leyen, la comisionada europea. Lo que llama un avance positivo es que hubo acuerdo en llevar la discusión comercial por la vía rápida, como se hizo con Gran Bretaña y con China. Ya se están conversando las fechas para que los negociadores se reúnan.

Impacto en los Mercados Financieros
P: ¿Son tan importantes estos avatares como para que los mercados tomen su inspiración de sus idas y vueltas?
G.G.: ¿Qué tan creíble es que EE.UU. le imponga un arancel de 50% a Europa? Poco y nada. Pero igual tuvo impacto. Quizás porque se acopló con la aprobación del paquete de rebaja de impuestos en la Cámara de Representantes. Basta que Trump sugiera que ahora le atienden el teléfono para que se respire un alivio.
P: Vamos de anuncio en anuncio y de postergación en postergación.
G.G.: Y nada cerrado en firme. Es así.
P: Todo muy light, ¿no le parece?
G.G.: Es un tema importante manejado con mucha ligereza. Mal manejado puede imponer una factura muy pesada.
Expectativas de un Acuerdo
P: ¿Piensa que va a haber un acuerdo entre EE.UU. y la Unión Europea?
G.G.: Desde ya. Lo hubo con China, y se alcanzó en tiempo récord. Arreglar con Bruselas no debería ser más complicado.
P: ¿Y en qué términos lo imagina? 50% es un número que se tiró para sentar a las partes a la mesa de negociación, ¿o me equivoco?
G.G.: No se equivoca. Y surtió efecto. Trump es el más apurado. Es el que tuvo que sacudir la modorra para que las negociaciones comiencen en serio.
P: ¿No debe ser la cifra que Trump tiene en mente?
G.G.: No. Pero es el número que Trump instaló. 10% dijo en campaña. 10% acordó Gran Bretaña. Y 10% también pactó China.
Perspectivas Futuros
P: ¿Cree que se va a poder cerrar en 10% y no más?
G.G.: Pienso que sí, pero habrá que acordar en los otros temas en discusión. La propuesta que Trump rechazó planteaba una reducción mutua de aranceles y cooperación en diversas áreas. Cuando todo eso se acomode, el 10% de arancel será el moño final.
P: Eso puede llevar más de un par de reuniones, ¿o no?
G.G.: Se puede hacer como se hizo con Gran Bretaña y China. Primero, el anuncio general. Y el detalle se deja para después.
P: Pero no es el caso, parece.
G.G.: La Casa Blanca está planteando como fecha límite el 9 de julio. El mensaje implícito es que arribar a un trato llevará cinco o seis semanas de negociaciones.
P: La Unión Europea es un aliado estratégico. ¿No se le puede dar crédito a su palabra?
G.G.: Es un aliado, pero no es un país, son 27. Si la propuesta que hace la Unión Europea en bloque no se acepta, la discusión llevará más tiempo.
P: Uno tenía la impresión de que después de acordar con China ya habíamos visto lo peor de la cruzada arancelaria.
G.G.: Sabemos que Trump no puede tensar más la cuerda. Si China paga 30%, ¿por qué otro país pagará más?
Lo que nos espera es un desfile de acuerdos comerciales, con promesas de ganancias de comercio para EE.UU. La hora de los grandes deals augura una transición más pacífica hacia adelante.