Día Mundial de la Leche: 7 Datos que No Sabías sobre Su Viaje desde el Campo hasta Tu Mesa
Este 1° de junio, en el Día Mundial de la Leche, es una excelente oportunidad para conocer más sobre uno de los alimentos más presentes en nuestra mesa. ¿Cómo llega desde la vaca al envase? La leche forma parte de nuestra vida desde la infancia, pero muy pocos argentinos conocen su recorrido: desde los tambos hasta el desayuno, pasando por controles de calidad, tratamientos térmicos y tecnologías de envasado que permiten que llegue en óptimas condiciones, incluso sin refrigeración.
Argentina es un país históricamente lechero, produciendo unos 12.000 millones de litros por año, de los cuales el 80% se consume en el mercado interno y el 20% se exporta. El consumo per cápita ronda los 152,7 litros, aunque solo el 25% de la población conoce la porción recomendada: tres porciones de lácteos por día, según las guías de salud oficiales. Además, cerca del 35% de la leche se transforma en quesos, manteca, yogures y otros derivados.

¿Cómo llega la leche a tu mesa?
7 datos que no sabías del proceso:
1. Todo empieza con la vaca, y sigue con rigurosos controles
El ordeñe se realiza bajo estrictas normas de higiene, y la leche se enfría rápidamente a 4 °C antes de ser transportada en tanques refrigerados a la planta de procesamiento. Allí se somete a múltiples análisis para asegurar su calidad.
2. Tratamientos térmicos que aseguran inocuidad
La ultrapasteurización (UHT) calienta la leche a unos 135 °C durante unos segundos, eliminando microorganismos y permitiendo su conservación sin necesidad de refrigeración, siempre que el envase esté cerrado.
3. Envasado estéril: una barrera clave
Gracias a tecnologías de envasado aséptico, la leche entra en contacto únicamente con materiales esterilizados, evitando la contaminación y conservando sus propiedades nutricionales.
4. Un envase diseñado para proteger
Los envases multicapa, como los de Tetra Pak, combinan cartón, aluminio y polietileno, protegiendo la leche del oxígeno, la luz y los microorganismos, lo que ayuda a conservar su sabor y calidad.
5. Mayor duración sin conservantes y con menor impacto ambiental
La leche UHT no contiene aditivos ni conservantes y sus envases son reciclables, lo que reduce el consumo energético durante la cadena logística.
6. Una solución para llegar más lejos
El envasado aséptico permite distribuir leche en zonas rurales o comunidades sin acceso continuo a refrigeración, clave para programas de nutrición infantil y asistencia alimentaria.
7. Innovación que transforma lo cotidiano
Los avances tecnológicos en procesamiento y envasado han permitido el acceso a leche segura y de calidad, marcando una diferencia enorme en nuestra alimentación diaria.
Una fecha para mirar lo cotidiano con otros ojos
La leche está ahí, todos los días. Pero detrás de cada envase hay una cadena productiva, tecnológica y logística que permite que siga siendo una de las principales fuentes de calcio, proteínas y energía para millones de personas. Este 1° de junio, en el Día Mundial de la Leche, vale la pena informarnos y conocer mucho más sobre lo que ocurre desde el campo hasta cada vaso.