Detienen a un entrenador y a un jugador por apuestas ilegales
En las últimas horas, el mundo de la NBA ha sido sacudido por un escándalo inesperado. Chauncey Billups, el entrenador de los Portland Trail Blazers, y Terry Rozier, un jugador del Miami Heat, fueron arrestados en el marco de una investigación sobre apuestas ilegales. Además, se suma el exjugador Damon Jones, quien tuvo una carrera de 11 temporadas en la liga y también fue detenido.
El caso de Billups (de 49 años) está vinculado a una operación clandestina de póker, según lo que informan fuentes policiales. Por otro lado, Rozier fue arrestado en el contexto de una investigación diferente, pero conectada con el mismo esquema de apuestas ilegales. Este tipo de asuntos no son nuevos en el ámbito deportivo, pero la conexión con figuras de la NBA siempre genera controversia.
Se ha revelado que Rozier habría alertado a miembros de la red de apuestas sobre su intención de abandonar un partido, lo que les habría permitido ganar dinero, ya que preveían que no acumularía estadísticas. Su agente, Aaron Turner, confirmó su detención y afirmó que el jugador tiene la intención de impugnar los cargos. Es interesante mencionar que Rozier había sido exonerado previamente por la NBA en julio de 2023.
Este escándalo no viene de la nada; se inscribe en un contexto más amplio. Desde la derogada Ley de Protección del Deporte Profesional y Amateur (PASPA) en 2018, las apuestas deportivas se han expandido en Estados Unidos. La NBA ha buscado asociarse con casas de apuestas y ha cosechado beneficios económicos, aunque los líderes de la liga son cautelosos ante el potencial riesgo de un entorno sin regulación.
La comisionada de policía de Nueva York, Jessica Tisch, fue clara al comentar sobre el asunto: “Terry Rozier dejó un partido antes de tiempo con una lesión falsa y se benefició de una apuesta”. Es un recordatorio de que, a pesar de la popularidad de las apuestas, el camino hacia la legalización ha traído consigo numerosos desafíos y dilemas éticos.