Detienen a financista por liderar red de abuso en Nueva York
Rubin, un hombre de 70 años, fue arrestado el viernes en su casa de Fairfield, Connecticut por agentes federales. Según las investigaciones, entre 2009 y 2019, este exinversor, conocido por su trabajo en empresas como Merrill Lynch y Bear Stearns, se dedicó a reclutar a decenas de mujeres, incluidas exmodelos de Playboy, llevándolas a un departamento privado que había convertido en una especie de “mazmorras sexual”.
Un penthouse convertido en calabozo
El departamento, ubicado en la calle West 57th, tenía una habitación insonorizada, pintada de rojo y repleta de instrumentos de tortura. Entre ellos, había una cruz, una cama con correas y una picana eléctrica.
La fiscalía federal de Brooklyn acusa a Rubin y su asistente, Jennifer Powers, de usar su riqueza para atraer mujeres a través de redes sociales. Las promesas de dinero resultaron ser una trampa, ya que las sometían a abusos extremos. Según el fiscal Joseph Nocella, las víctimas no solo enfrentaron drogas y alcohol, sino también agresiones que superaron cualquier consentimiento. “Las víctimas fueron torturadas y sufrieron lesiones físicas, dejando secuelas psicológicas duraderas”, comentó Nocella.
Algunas mujeres intentaron frenar las agresiones usando una palabra de seguridad, pero Rubin ignoraba sus pedidos, continuando con los abusos incluso cuando ellas perdían el conocimiento.
Reclutamiento, pagos y silencios forzados
Powers, de 45 años, trabajó junto a Rubin desde 2011 y desempeñó un papel clave en la organización de los viajes y pagos. Las víctimas recibían entre 5.000 y 10.000 dólares por encuentro, transferidos por PayPal o Venmo. Para ocultar esta operación, los depósitos eran fraccionados, estimándose que Rubin gastó más de un millón de dólares en este tipo de actividades.
Además, las mujeres estaban obligadas a firmar acuerdos de confidencialidad, donde se estipulaban los riesgos físicos de su participación. En mensajes de texto, Rubin y Powers se jactaban de los abusos, compartiendo detalles de torturas y bromeando sobre los electroshocks aplicados a sus víctimas.
Este caso comenzó a salir a la luz hace algunos años, cuando explaymates como Mia Lytell y Amy Moore denunciaron a Rubin por violación y agresión. En 2022, un juicio civil lo condenó a pagar cientos de miles de dólares a cada denunciante y 4,8 millones en honorarios legales. Tras estas revelaciones, su esposa, Mary J. Henry, pidió el divorcio en 2021.
Hoy, Rubin enfrenta cargos federales por trata de personas, transporte con fines de explotación sexual y fraude bancario. Aunque se ha declarado inocente, permanece detenido sin posibilidad de fianza. La fiscalía lo considera un riesgo de fuga, dado que tiene más de 74 millones de dólares en cuentas offshore.
Graduado de Harvard y mencionado en libros alusivos como Liar’s Poker y The Big Short, Rubin fue durante años una figura influyente en Wall Street. Su arresto expone una trama que entrelaza abuso, dinero e impunidad, revelando la cara oculta de las élites financieras.
Si se le halla culpable, tanto Rubin como Powers podrían enfrentar hasta 15 años de prisión. La investigación sigue avanzando y aún se esperan nuevas revelaciones sobre esta red de explotación que operó durante una década en el corazón de Manhattan.