Debate sobre la politización de los swaps de dólares

El debate sobre la Reserva Federal (Fed) está tomando un giro interesante, especialmente cuando hablamos de su independencia en el manejo de las tasas de interés. Pero hay otro tema que está cobrando protagonismo y que resulta clave para la estabilidad financiera global: las líneas de swap de dólares.

Estas líneas son como caminos de liquidez que la Fed abre hacia los bancos centrales en momentos de crisis. Esto sucedió, por ejemplo, en 2008 y 2020, cuando el sistema financiero global necesitaba un respiro para no colapsar. Cuando hay escasez de dólares, la Fed actúa como el prestamista de última instancia, proporcionando lo que se necesita.

Actualmente, la Fed tiene líneas de swap con cinco bancos centrales importantes: el Banco Central Europeo, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra, el Banco Nacional Suizo y el Banco de Canadá. Durante las crisis de 2008 y 2020, también abrió líneas temporales con otros nueve países, incluyendo a Brasil, Australia y México.

El uso de estas herramientas siempre pareció indiscutible. Son cruciales para evitar que los mercados financieros se agiten de forma descontrolada y para prevenir una apreciación repentina del dólar. Pero desde el regreso de Donald Trump a la presidencia, la situación ha cambiado y estas decisiones pueden estar cada vez más influenciadas por la política.

Un asunto político de alto nivel

Es interesante preguntarse si una Fed que esté bajo la influencia de Trump prestará automáticamente dólares a otros bancos centrales en una crisis. Tal vez sí a algunos, pero podría no ser tan generosa con otros. Los eventos actuales entre Estados Unidos, Corea del Sur, y Argentina son un ejemplo de las complejidades políticas que juegan aquí.

En julio, Seúl llegó a un acuerdo comercial preliminar con Washington, pero aún está pendiente por las implicaciones cambiarias relacionadas a un paquete de inversión de 350.000 millones de dólares. Por otro lado, Hwang Kun-il, un miembro del Banco de Corea, dejó claro que el asunto de los swaps de divisas es más político que económico. Si se aceptan condiciones sin las debidas salvaguardas, podrían enfrentarse a una crisis similar a la de 1997.

Mientras tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, mencionó que están considerando “todas las opciones”, incluida una línea de swap de divisas, para ayudar a estabilizar los mercados argentinos, que están pasando por un periodo complicado. Además, resaltó que Washington brindará un apoyo robusto al presidente Javier Milei, quien es un aliado cercano de Trump en América Latina.

Es posible que una línea de swap se ofrezca a Corea del Sur, que es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, con un superávit impresionante. Sin embargo, es evidente que la estrategia de la administración hacia ambos países es muy distinta.

Este asunto no se limita solo a los países emergentes. Tanto el Banco de Inglaterra como el Banco Central Europeo han instado a los prestamistas a evaluar sus necesidades de dólares durante momentos difíciles, considerando alternativas si no pueden contar con el respaldo de la Fed.

Alineamiento político en juego

Según analistas del Bank of America, solo el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) o el Congreso pueden hacer cambios a las líneas de swaps que maneja la Fed de Nueva York. La autoridad ejecutiva no tiene poder sobre estas decisiones directas.

Sin embargo, la presión sobre la Fed por parte de la administración, especialmente por parte de Trump, se está intensificando. Se están pidiendo recortes en las tasas de interés y, incluso, hay intentos de despedir a la gobernadora de la Fed, Lisa Cook. Esto muestra cómo la Casa Blanca intenta influir en la gestión de la Fed.

Puede que haya influencias detrás de escena que siempre existieron. John Michael Cassetta, un experto en el tema, recuerda que, aunque no se mencione abiertamente, la política jugó un papel en las decisiones de la Fed sobre quiénes recibieron líneas de swap en 2008 y 2020.

Las evidencias apuntan a que la alineación política con Estados Unidos ha influido en la probabilidad de que un país obtenga una línea de swap y su posicionamiento en la jerarquía. Hay señales de que estas presiones políticas han aumentado significativamente en los últimos tiempos.

Botão Voltar ao topo