De ganar millones a la ruina: la suerte en el juego

Archie Karas es un personaje que parece salido de una película. La vida de este legendario jugador está llena de altibajos y giros sorprendentes. Comenzó su aventura en el mundo de los juegos de azar, facturando millones gracias a su audaz estilo de juego. Sin embargo, esa misma audacia lo llevó a perderlo todo de una manera vertiginosa. Su nombre se asocia a una racha impresionante, aunque, como sucede en el azar, la suerte no siempre está de su lado.

Nacido en Grecia, Archie creció en una familia humilde donde la pobreza era parte del día a día. Enfrentó retos desde pequeño y tuvo que luchar por su sustento. Uno de sus primeros trabajos fue jugar a las canicas para ganar algo de comer. Su vida dio un giro en su adolescencia, cuando tuvo una pelea violenta con su padre, lo que lo llevó a abandonar su hogar y buscar nuevas oportunidades.

Con solo 15 años, Archie trabajó como camarero en un barco rumbo a Estados Unidos. Una vez en Los Ángeles, encontró un empleo como mozo en un salón de billar, donde descubrió su pasión por el juego. Pronto se dio cuenta de que ganaba más en las mesas que en su trabajo diario, lo que lo llevó a enfocarse en el juego definitivamente.

El momento cumbre de su carrera llegó en 1992, justo cuando parecía estar al borde de la quiebra. Con apenas 50 dólares en el bolsillo y un préstamo de 10,000, se lanzó a Las Vegas. Así comenzó su famosa “racha”. En meses, transformó pequeñas sumas en ganancias inimaginables, enfrentando a figuras legendarias como Stu Ungar y Chip Reese. También se aventuró en otros juegos como el pool, los dados y el baccarat, acumulando más de 40 millones de dólares.

Sin embargo, la suerte es caprichosa y, a partir de 1995, el destino le jugó una mala pasada. En cuestión de semanas, perdió 13 millones en dados, 2 millones en póker y otros 17 millones en baccarat. Lo que había acumulado, se evaporó en un abrir y cerrar de ojos.

A pesar de sus intentos por alejarse del juego y refugiarse en Grecia, su pasión lo llevó de vuelta a Las Vegas, donde volvió a perder todo lo que le quedaba. Lo peor llegó cuando fue acusado de hacer trampa en el blackjack, lo que resultó en su arresto y prohibiciones permanentes en los casinos de Nevada.

Hoy en día, Archie Karas es un símbolo controversiales del riesgo. Su historia nos recuerda que en el mundo del azar, las grandes victorias pueden verse seguidas de pérdidas sorprendentes.

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