Datos oficiales en EEUU enfrían expectativas de baja de tasas

Lo que antes parecía seguro para los inversores de Wall Street se ha vuelto un verdadero mar de dudas. La posibilidad de un nuevo recorte en las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) ya no está garantizada. Aunque el cierre de gobierno más largo de la historia ha llegado a su fin y se han reanudado la difusión de datos económicos oficiales, la falta de cifras clave ha dejado a muchos miembros del banco central con interrogantes antes de su reunión del 10 de diciembre.

Un informe muy esperado es el de empleo de septiembre, que se dará a conocer este jueves. Aunque saldrá sin el dato de la tasa de desempleo, sí incluirá la variación en el número de puestos de trabajo. Según el consenso del mercado, se espera que los empleos hayan aumentado 50.000 en septiembre, luego de un crecimiento de solo 22.000 en agosto.

Si miramos el informe privado de ADP, que reportó la pérdida de 29.000 empleos, podríamos interpretar que el dato oficial será “débil”. Esto podría influir en las decisiones de la Fed durante su última reunión del año. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que el ADP de octubre mostró una mejora, con la adición de 42.000 empleos.

El mercado recorta el optimismo

Los analistas de PPI mencionan que la inflación en septiembre se encuentra en un 3% interanual, aún por encima de lo que desea la Fed. Kathy Jones, estratega jefe de renta fija en Schwab, dice que todavía necesitamos tiempo para entender bien lo que está sucediendo.

Las probabilidades de que haya una baja de tasas son ahora del 50%, según los datos de FedWatch. Este porcentaje había superado el 90% antes de que Jerome Powell, el presidente de la Fed, dejara claro hace tres semanas que no había certezas sobre una nueva baja en diciembre.

En un comentario para Ámbito, Juan Manuel Gettas, estratega de inversión en Balanz, explicó que esta corrección en las expectativas se debe a una serie de datos macroeconómicos que sorprendieron al alza. Estas cifras, que incluyen ventas minoristas y empleo privado, han mostrado más fortaleza de lo que se esperaba.

En este contexto, el experto consideró que la Fed no tiene la urgencia de seguir recortando tasas. Si la economía sigue dinámica y no muestra señales de debilidad, el Comité puede permitirse una postura de “esperar y ver”, especialmente después de los dos recortes en septiembre y octubre. “No esperamos una baja”, afirmó Jones en su última intervención. Esta opinión se alinea con la de PPI, que también resalta que las recientes declaraciones de miembros del FOMC han puesto en duda el recorte para diciembre.

La postura hawkish gana terreno

Este martes, el gobernador de la Fed, Michael Barr, señaló que la inflación ha disminuido en los últimos tres años, aunque ha vuelto a aumentar. Si bien mencionó que el mercado laboral se ha debilitado, la tasa de desempleo sigue en niveles “históricamente bajos” (4,3% en agosto).

De cara a la próxima reunión del FOMC, Barr advirtió que deben ser muy cautelosos debido a la inflación que ha permanecido alta. “Tuvimos un período sin datos oficiales, lo que es crucial tanto para la tasa de desempleo como para los precios”, añadió.

Barr se suma a las voces del vicepresidente de la Fed, Phillip Jefferson, quien aboga por precaución para evitar un resurgimiento de la inflación. Recientemente, Raphael Bostic de la Fed de Atlanta y Jeffrey Schmid de la Fed de Kansas expresaron preocupaciones similares.

Gettas añadió que la Fed busca evidencia clara de que la inflación está convergiendo de manera sostenible. Cualquier sorpresa al alza en los datos termina pesando sobre las expectativas de política monetaria. Además, el mercado laboral no parece lo suficientemente débil como para justificar una baja inmediata de tasas, y en ausencia de datos claros, tiene más sentido que el Comité adopte una postura de espera.

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