Criminales utilizan drones para atacar a la policía
En un momento crítico para la seguridad en Río de Janeiro, la violencia ha escalado de manera alarmante. En una reciente operación policial, grupos criminales del Comando Vermelho utilizaron drones para atacar a las fuerzas de seguridad, marcando un nuevo capítulo en los enfrentamientos. Esta intervención, que tuvo lugar en los complejos de la Penha y del Alemão, dejó un saldo preliminar terrible: al menos 60 muertos y alrededor de 80 detenidos.
La acción, conocida como Operación Contención, involucró a unas 2.500 personas, entre policías civiles y militares, con el objetivo de llevar a cabo 100 órdenes de detención y 150 de registro. El despliegue fue masivo, reflejando la gravedad de la situación.
Una nueva táctica en el conflicto
Lo más impacto fue el uso de drones por parte de los criminales. Estos dispositivos sobrevolaron el área, lanzando artefactos explosivos sobre los agentes del Coordenadoria de Recursos Especiais (Core), una unidad de élite de la Policía Civil. Aunque no se reportaron heridos por las explosiones, la intervención cobró la vida de, al menos, cuatro agentes en el marco de los enfrentamientos.
Imágenes de caos y desesperación
Los videos que circulan en redes sociales muestran escenas de extrema violencia: disparos a gran velocidad, barricadas y humo, todo generado por los propios delincuentes para entorpecer el avance policial. Estos elementos visuales evidencian la gravedad de la situación en las calles.
La respuesta del gobierno
El gobernador Claudio Castro no dudó en calificar los ataques de narcoterrorismo. En sus declaraciones, subrayó que la respuesta del Estado seguirá siendo “estratégica y tecnológica” ante este tipo de amenazas, buscando nuevos caminos para enfrentar a los criminales.
Impacto en la vida cotidiana
La operación tuvo repercusiones inmediatas en la comunidad. Por ejemplo, la Secretaría Municipal de Salud decidió cerrar cinco centros de atención primaria y limitar la actividad de otros. En el ámbito educativo, se suspendieron las clases en 45 escuelas de la región para proteger a estudiantes y docentes.
Todo esto forma parte de un plan que estuvo en desarrollo durante un año, preparado por la Delegacia de Repressão a Entorpecentes (DRE) con el apoyo del Ministerio Público. El operativo no solo contó con helicópteros y vehículos blindados, sino también con ambulancias especiales y unidades de inteligencia para enfrentar este desafío sin precedentes.