Condenas de hasta 17 años por intento de golpe de estado en Brasil
La Corte Suprema de Brasil decidió enviar a prisión a siete personas involucradas en el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023. Las condenas varían entre 7,5 y 17 años, un fallo que refuerza la crítica situación política en el país. Entre los condenados se encuentran un policía federal, cinco militares y un presidente de un instituto de auditoría electoral. Estos individuos ayudaron a crear y difundir lo que se ha denominado “milicias digitales”, que fueron fundamentales en la desinformación sobre las elecciones de 2022.
El juez que llevó el caso, Alexandre de Moraes, afirmó que los condenados buscaron desestabilizar a las instituciones a través de narrativas engañosas. Esta tentativa está vinculada directamente con la figura del expresidente Jair Bolsonaro, quien ya enfrenta una condena de 27 años de prisión por liderar una organización criminal armada, tratando de aferrarse al poder tras su derrota ante Luiz Inácio Lula da Silva.
Desde agosto, Bolsonaro se encuentra cumpliendo prisión domiciliaria y no puede comunicarse en redes sociales. Aún quedan 16 acusados que enfrentarán un juicio, una situación que mantiene a muchos en vilo.
Próximos pasos legales
Los condenados tienen un plazo de cinco días para apelar la sentencia. Los abogados de Bolsonaro ya anunciaron que lo harán. Si la Corte acepta esos recursos, podría haber un cambio en la situación del expresidente. Por el momento, los 16 acusados restantes quedarán en espera de su juicio.
Intento de amnistía
A finales de septiembre, la Cámara Baja del Congreso brasileño aprobó un proyecto que podía haber conducido a una amnistía para Bolsonaro y los demás condenados. Sin embargo, tras una ola de protestas, el contenido de la ley se suavizó, limitándose a una posible reducción de penas. Este vaivén en la política resalta la tensión social que todavía persiste en Brasil.
Inelegibilidad y tensiones comerciales
Además de sus problemas judiciales, Bolsonaro se mantiene inelegible hasta 2030 debido a sus ataques infundados a la integridad del sistema electoral. En medio de esta convulsión política, el presidente Lula da Silva está en negociaciones con Estados Unidos sobre aranceles impuestos por Donald Trump a productos brasileños, aunque los detalles de estas conversaciones son aún inciertos. Lula se muestra optimista, mientras que su ministro de Relaciones Exteriores ha viajado a Washington para gestionar la situación.
Así, Brasil sigue navegando por un mar de incertidumbres políticas y económicas, donde cada decisión puede tener un impacto significativo en el rumbo del país.