Clausura del Bar Un Café con Perón por el Gobierno
El Gobierno ha clausurado el bar Un café con Perón tras revocar su concesión y ordenar su desalojo. Este establecimiento, ubicado en el edificio del Instituto Nacional Juan Perón en el barrio de Recoleta, fue cerrado en un operativo que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, comunicó con la afirmación: La ley se cumple.
La clausura se produjo días después de que el militante kirchnerista Juan Grabois ingresara al inmueble, el cual pertenece a la cooperativa Lo de Néstor, que el Gobierno ha acusado de recibir fondos públicos de forma indebida.

Acciones del Gobierno y Respuesta del Bar
El Ministerio de Capital Humano había emitido un documento a fines de mayo solicitando formalmente la restitución y desocupación del inmueble. A pesar de esto, desde el bar afirmaron que contaban con un contrato vigente hasta 2027.
Previo a la clausura, el bar había comunicado a través de sus redes sociales que continuaría funcionando: Seguimos abiertos y vamos a seguir. Ante la persecución y el encarcelamiento, un Café con Perón sigue de pie. Inaugurado el 17 de octubre de 2010, este espacio fue concebido como un punto de encuentro y memoria cultural, con fuerte identificación política.
Reacciones y Consecuencias
El presidente de las cooperativas Lo de Néstor y Un café con Perón, Leonardo Duva, expresó su intención de solicitar el levantamiento de la clausura y continuar trabajando hasta que la justicia se pronuncie sobre su situación. Argumentó que la decisión del Gobierno estaba motivada por documentos presentados que no reflejan la realidad del espacio.
Por otro lado, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, se pronunció en contra de los bares militantes financiados con recursos públicos, mientras que Leila Gianni, exfuncionaria del ministerio, celebró el cierre con la contundente frase: Se acabó la joda.
La Historia del Bar
Desde su inauguración, el bar ha sido un lugar emblemático que ha acogido a 30 familias que dependían de su funcionamiento. Antes de su clausura, convocaron a la comunidad a unirse en defensa del espacio, enfatizando su importancia histórica y cultural.
Con la clausura ahora efectuada, el futuro del bar y de sus trabajadores queda en manos de la Justicia, que deberá determinar la validez del contrato alegado por los administradores y decidir si se procederá con la desocupación del lugar.