Cierre de FISU: Un Regreso al Paradigma de la Indiferencia
Recientemente, el Gobierno Nacional anunció el cierre definitivo del Fondo Fiduciario de Integración Socio Urbana (FISU), una iniciativa que ha financiado obras de integración en barrios populares. Esta decisión ha surgido en medio de un contexto de desfinanciamiento y la paralización de numerosas obras en ejecución, lo que pone en riesgo el acceso a servicios básicos para miles de familias.
Desde su creación en 2018, el FISU había logrado generar un amplio consenso y había sido un referente a nivel internacional en la política de integración. Este fondo se había mantenido operativo a pesar de los cambios de gobierno, recibiendo elogios incluso por parte de funcionarios como el actual Subsecretario de Integración Socio Urbana, Sebastián Parejas.

Impacto de las Obras del FISU
A lo largo de su funcionamiento, el FISU permitió la realización de 1297 obras de integración, beneficiando a más de 335 mil familias. Estas obras incluyeron 75 mil conexiones de agua, 57 mil a redes eléctricas y 37 mil tendidos a cloacas. Por ejemplo, en el barrio de Saladero de Ingeniero White, las mejoras en las conexiones eléctricas aumentaron la sensación de seguridad entre los beneficiarios, pasando del 18% al 96% en términos de seguridad percibida.
El Cierre del FISU y sus Consecuencias
El cierre del FISU implica la paralización de proyectos críticos en barrios que aún carecen de servicios básicos. Actualmente, más de 1,2 millones de familias habitan en asentamientos informales en todo el país, lo que refleja un alarmante acceso limitado a servicios esenciales. De hecho, en 9 de cada 10 barrios populares, la mayoría de los hogares no tiene acceso a cloacas, y solo un 8% cuenta con conexión formal a la red de agua corriente.
Ante esta situación, surge la pregunta: ¿Qué sucederá con estos barrios y sus habitantes? Sin una propuesta alternativa que reemplace al FISU, parece que se está volviendo a un paradigma de indiferencia hacia las necesidades de los más vulnerables.
Un Retroceso en la Integración Social
La eliminación de este fondo no solo deja inconclusas más de mil intervenciones esenciales, sino que también perpetúa la desigualdad. Durante años, los asentamientos informales han sido ignorados, y su crecimiento ha ido acompañado de la falta de servicios básicos como seguridad, educación y agua potable.
Este retroceso tendrá consecuencias económicas significativas, ya que las familias seguirán gastando en soluciones temporales y los jóvenes crecerán en entornos poco propicios para su desarrollo. Cuando eventualmente se decida volver al enfoque de integración, los costos serán mucho mayores debido al tiempo perdido.
Es fundamental que no dejemos de prestar atención a las demandas de los barrios populares. Es imperativo escuchar sus reclamos y garantizar que no queden relegados en los márgenes de la sociedad. La construcción de un futuro con menos obstáculos y más oportunidades comienza por reconocer sus necesidades y actuar en consecuencia.
Coordinadora de Incidencia de la ONG Hábitat para la Humanidad Argentina.